Rubén Aguilar Valenzuela
Los migrantes centroamericanos se han visto obligados a transitar por áreas más remotas y peligrosas ante la militarización de la frontera sur de México y la dureza de la nueva política de migración, dice la Oficina en Washington para Asuntos de América Latina (WOLA)

El informe El muro antes del muro. Aumento de medidas contra la migración en la frontera sur de México fue dado a conocer el pasado diciembre y es el resultado de un trabajo de campo de personal de WOLA, por distintas zonas de la frontera mexicana con Guatemala.

En el documento se afirma que las condiciones económicas y sociales en la región del Triángulo del Norte (Guatemala, Honduras y El Salvador) no han cambiado y "los problemas que obligan a las familias a huir de sus países siguen vigentes".

Los especialistas que estudian Centroamérica, en concordancia con lo que plantea WOLA, no ven que en los próximos años puedan cambiar las condiciones económicas y sociales de los países de esa región.

La investigación, realizada el pasado agosto, contempló recorridos de campo, visita a albergues, entrevistas con funcionarios gubernamentales y activistas a favor de los migrantes y también con algunos de estos.

WOLA constató que como parte de la nueva política migratoria los corredores que están junto a las costas del Pacífico y el Golfo ahora experimentan menos tránsito de migrantes.

Los migrantes, afirma el documento, han tenido que buscar otras rutas, inexploradas antes, para evadir a la Guardia Nacional (GN) y las autoridades de migración que ahora están duras que nunca antes.

La nueva política punitiva de migración del gobierno, dice WOLA, favorecen a "los traficantes de personas" que se enfrentan a mayores obstáculos, pero no "quiebra" su actividad y su negocio. Ahora ofrecen sus servicios a un mayor costo.

Los grupos criminales continúan operando y se han desplazado hacia un corredor central que atraviesa tierras rurales y montañosas. En ese cruce los migrantes siguen siendo víctimas de asaltos, robos, violaciones y secuestros. Los casos permanecen impunes.

En versión de WOLA "en lugar de brindar protección a migrantes que están huyendo de la violencia y la persecución, el gobierno de México los está poniendo en más peligro con su enfoque principal de detener y deportar".

Y añade que "tanto las autoridades mexicanas como estadounidenses deben cumplir con sus obligaciones humanitarias y fortalecer sus procedimientos de asilo en vez de implementar medidas represivas".

WOLA señala que han quedado muy lejos las "declaraciones de campaña de López Obrador de tolerancia cero para los abusos contra las personas migrantes y de ser un país acogedor, su gobierno ha seguido los pasos de su predecesor, Enrique Peña Nieto, y ha vuelto a tomar medidas enérgicas contra las personas migrantes y solicitantes de asilo que viajan por el país".