Rubén Aguilar Valenzuela
La cueva de los sueños olvidados (Alemania – Francia – Reino Unido – Canadá –Estados Unidos, 2010) es un documental dirigido, escrito y narrado por Werner Herzog (Alemania, 1942) sobre la Cueva de Chauvet-Pont-d`Arc, departamento de Ardèche, Francia, desde 2014 declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco. Está filmada en 3D y dura 90 minutos.
El público no tiene acceso a la cueva, Herzog y su equipo consiguieron un permiso especial para entrar a filmar las pinturas, que se muestran en el documental, junto con comentarios y entrevistas a investigadores de distintas disciplinas que trabajan en la cueva. Las escenas de las figuras en las paredes son impactantes, de una enorme belleza, son grandes obras de arte.
En 1994, la cueva de Chauvet se descubre de manera accidental. Aquí se conservan cientos de dibujos y pinturas que datan del 32 000 a.C. Un derrumbe de la entrada de la cueva permitió que estas grandes obras artísticas se conservaran inalteradas a lo largo de miles de años.
La cueva fue explorada por primera vez en 1994 por tres espeleólogos: Éliette Brunel-Deschamps, Christian Hillaire y Jean-Marie Chauvet, de quien tomó el nombre. Además de las pinturas y otras pruebas de actividad humana descubrieron restos fosilizados, huellas y marcas de una variedad de animales, algunos de los cuales se han extinguido. El estudio del arqueólogo francés Jean Clottes ha proporcionado mucha información sobre el sitio.
Chauvet, es inusualmente grande y la calidad, cantidad y estado de las obras de arte encontradas en sus paredes son extraordinarias y eso es lo que podremos ver a través del documental. Con base a la datación por radiocarbono, se puede establecer que la cueva fue ocupada por humanos en dos períodos distintos: el Auriñaciense y el Gravetiense.
La mayor parte de las obras de arte se remontan al período Auriñaciense (32 000 a 30 000 a.C.), y la ocupación Gravetiense (27 000 a 25 000 a.C.), dejó huellas de restos de hogares y las manchas de humo de las antorchas que iluminaban las cuevas. Se descubrieron indicios que sugieren que, después de la visita de un niño a la cueva, esta se tapó. Estas huellas humanas pueden ser las más antiguas fechadas con precisión.
Han sido catalogadas cientos de pinturas de animales que representan al menos trece especies diferentes, entre ellas algunas que rara vez, o nunca, se han encontrado en otras pinturas de la época glacial. En lugar de representar solo los animales relacionados con la caza, que predominan en el arte rupestre paleolítico, es decir, caballos, bisontes y renos, entre otros, en las paredes de la cueva de Chauvet hay depredadores: leones, panteras, osos, y hienas.
En esta cueva no hay representaciones de figuras humanas completas, y solo existe una posible figura parcial de "Venus", que puede representar las piernas y los genitales de una mujer. También se ve una figura que parece tener la parte inferior del cuerpo de una mujer con la parte superior del cuerpo de un bisonte.
Hay paneles de impresiones y plantillas de manos positivas en ocre rojo realizadas por impresión directa. Igualmente se encuentran por toda la cueva símbolos abstractos, líneas y puntos. Además hay dos imágenes no identificables que tienen una vaga forma de mariposa. Esta combinación de temas ha llevado a los expertos en arte y culturas prehistóricas a creer que pudieran ser pinturas de tipo ritual, chamánico o mágico.