Rubén Aguilar Valenzuela

Después de la venezolana, la policía brasileña, en particular la de Río de Janeiro, es la más letal del mundo. En 2018, de cada 100 muertes violentas en Brasil, 11 fueron a manos de los policías.

En los últimos tres años el número de las víctimas en enfrentamientos con la policía se ha triplicado y para 2018 sumaron 6,220 de los 57,358 homicidios que ocurrieron en el país.

En Brasil ser hombre, negro y pobre es objeto de sospecha por parte de la policía y si se tienen esas características aumenta de manera dramática la posibilidad de ser asesinado por ella.

La muy alta letalidad policial viene de muchos años atrás y no se detuvo con los gobiernos socialistas de Luiz Inácio Lula da Silva y Dilma Rousseff.

La expectativa es que ésta pueda ser todavía mayor en el mandato de Jaír Bolsonaro. Esto, aunque en 2018 se redujeron el número de las víctimas totales con relación a 2017 cuando sumaron 64,078.

Los estudiosos del tema sostienen que en los estados con más letalidad policial siempre la tasa de criminalidad termina por elevarse.

El Estado de Río de Janeiro es el epicentro de la letalidad policial con una de cada cuatro muertes, el 25 % en 2018, y no han sido mejor en los años anteriores.

Y dentro de este escenario, que preocupa a la ONU, hay favelas donde el problema es mayor como la de Maré y Complexo Alemão. La policía en su lucha contra de los traficantes de drogas irrumpe de manera violenta sin importar que mueran vecinos en el fuego cruzado.

Redes de Maré, una organización de la sociedad civil, ganó un recurso legal para obligar a la policía a que no puede hacer sus operativos a la hora de la entrada y salida de las escuelas.

Brasil, con 210 millones de habitantes, tiene el 2 % de la población mundial, pero el 14 % de los homicidios que se cometen en el mundo. La violencia impacta al 6.0 % del PIB nacional.

Para los brasileños, como para los mexicanos, el gran problema es la inseguridad seguido del comportamiento de la economía. (La información la he tomado de Naiara Galarraga Gortázar, El País, 05.11.19)

Twitter: @RubenAguilar