Rubén Aguilar Valenzuela

Susana y los viejos (1560), Martín de Vos (1532-1603), Colección Pérez Simón.

 

En el catálogo de la exposición, Carmen Gaitán Rojo, la directora del museo, plantea que "en 1550 el pintor y teórico Giorgio Vasari (1511-1574), en su legendario compendio Las vidas de los más ilustres pintores, escultores y arquitectos, consignó que el arte de su siglo correspondía a las maniera moderna, el estilo moderno, el cual aspiraba a convertirse en la bella maniera, es decir, el ideal formal y estético, pletórico de perfección técnica, fantasía, virtuosismo, que dio pie y sustento a algunas de las excéntricas maniere que se presentan ahora en este museo".

 

El curador de la exposición, Marco Antonio Silva Barón, plantea que "el Alto renacimiento, la etapa comprendida entre 1500 y 1520, aproximadamente, puede resumirse como el período en que maniera significa perfección, contención e impasibilidad. Conforme fue avanzando el siglo, entraron en juego sus contrarios, y con ello comenzó la evanescencia de la bella maniera, llevando así al arte a la fusión de la tesis y la antítesis: el balance con la afectación pronunciada, el equilibrio con la audaz contrapposto y la serenidad con la emoción sobrecogida. La innatural, lo imperfecto y lo afatado se combinaba con la perfección para llevar a la plástica a un gusto diferente, que ya no era la perfezione, sino estilos diferentes y caprichosos, estilos personalísimos y extraños, manierismo. La excentricidad fue la característica visual del siglo XVI, a veces comprendida, otras veces alabada y muchas tantas despreciada".

 

El manierismo, pues, designan a las diversas maniere, maneras o estilos, de los artistas que trabajaron en el siglo XVI (1520-1600) que pretenden alcanzar, a su muy peculiar manera de ver, un arte bello. En esta búsqueda se desarrollaron muy diversas maniere que corresponden a lugares y también a personas. El curador de la exposición, para dar cuenta del manierismo, seleccionó obras de la Escuela Veneciana, de distintas regiones de Italia, de Flandes, de España y la producción de Domenikos Theotokopoulos, El Greco, (1541-1614) artista con una maniera muy propia. Se presentan también obras de pintores de la Nueva España que corresponden a ese período.

 

De la Escuela Veneciana, que tuvo una gran influencia en toda Europa, se exhiben obras de Jacopo Carucci, El Pontormo (1494-1555); Jacopo Bassano o Jacopo de Ponte (1510-1592); Lambert Sustris (1515-1590); Jacopo Robusti, El Tintoretto; Bonifazio de Pitati o Bonifazio Veronese (1487-1553); Paolo Caliari, El Veronés (1528-1588).

 

Y de otras regiones de Italia se muestran trabajos de Francesco Granacci (1477-1543) (Florencia); Giovanni Pietro Rizzoli (1495-1549) (Milán); Girolamo Francesco Mazzola, El Parmigiano (1503-1540) (Casalmaggiore); Francesco Salviati (1510-1563) (Roma); Alessandro Allori (1535-1607) (Florencia); Angelo di Cosimo, El Bronzino, (1503-1572) (Florencia); Giulio Pipi (1499-1546) (Mantua); Ceistoforo Roncalli, El Pomerancio, (1552-1623) (Roma); Jacobo Zuchi (1541-1589) (Italia); Benvenuto Cellini (1500-1571) (Florencia). Hay seis obras de autores italianos desconocidos.

 

Los artistas de Flandes fueron influidos de manera decisiva por lo que en ese entonces se hacía en Italia. Muchos de ellos viajaron a Italia, para aprender lo que ahí se hacía. De ese grupo se exponen obras de Martín de Vos (1532-1603); Hendrick de Clerk (1570-1630); Pieter de Kempencer (1503-1580); Pieter Jansz Pourbus (1523-1584).

 

De los españoles que recibieron el influjo de los artistas italianos hay obras de Luis de Morales, El Divino, (1520-1586); Alonso Vázquez (1565-1608); Alonso Sánchez Coello (1530-1590). Hay una obra de autor español desconocido. De Francia está Francois Perrier (1590-1650) (París)

 

Para el caso de la Nueva España se expone trabajos de Andrés de Concha (1545-1612); Baltasar de Echave Orio (1548-1624). Se presentan también tres cuadros de autores desconocidos: Virgen de GuadalupeLa Benedicta de Actopan y El Niño sueña con la cruz.

 

Las 46 piezas expuestas vienen del Museo Metropolitano de Nueva York; Museo de Arte de San Diego; Museo de Arte de Ponce, Puerto Rico; Museo de Bellas Artes, Montreal; Museo de Arte, El Paso; Museo Nacional de Arte; Acervo de la Academia de San Carlos; Museo Nacional del Virreinato; Museo Soumaya; Colección Catedral Metropolitana; Museo Nacional de San Carlos y de las colecciones privadas de Pérez Simón, Rodrigo Rivero Lake y Daniel Liebsohn.

 

Comentario

 

La exposición me resultó muy interesante y superó mis expectativas. El conjunto de la obra seleccionada permite hacerse una buena mirada del tema de la exposición que es captar las distintas maniere, las maneras bellas, que se hacen presentes, que denotan el estilo muy personal del autor, en el siglo XVI.

La obra que más me impresionó fue Las siete virtudes (1550) de Pieter de Kempencer, que vivió en Bruselas. Está en la Colección del Museo Nacional de San Carlos. Me llamaron la atención Susana y los viejos (1560) de Martín de Vos. Está en la Colección de Pérez Simón y Susana y los viejos (1550) de Lambert Sustris, que nació en Ámsterdam, pero trabajó en Venecia. Está en el Museo de Arte de Ponce, Puerto Rico. También La Virgen enseñando a escribir al Niño Jesús, de Luis Morales, El Divino. Está en la Colección del Museo Nacional de San Carlos.

 

Otras obras que me llamaron la atención fueron La educación de Cupido (1540) de Lambert Sustris. Está en el Museo de Arte, El Paso, Texas; San Pedro penitente (1590-1595) de El Greco. Está en el Museo de Arte de San Diego, California; Felipe II como rey de Portugal (1581) de Alonso Sánchez Coello. Está en la Colección del Museo Nacional de San Carlos. (Me hice del catálogo).

 

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La exposición la vi en 2014.