Héctor A. Gil Müller

La salud de una sociedad reside en su capacidad de reponerse a las crisis. Antes, durante y después de la crisis buscamos ventajas. Situaciones a nuestro favor, que son razones que nos afianzan y dan sentido a lo que queremos hacer. La ventaja que literalmente era la parte delantera de una nave, desde el siglo XII comenzó su uso figurado para dar nombre a un comportamiento tan humano, que encierra ambición.

En una carrera política se busca siempre ganar ventaja, por la información, por las alianzas y parece que por los tiempos. Adelantarse en la contienda para conectar con la gente demuestra un apetito voraz por figurar en encuestas. Al menos en Coahuila a un poco más de 300 días de la elección para Gobernador, ya hay anuncios y propaganda de aspirantes por todos lados. El próximo año, como antesala a la elección presidencial del 2024 solo en dos estados habrá elecciones, Coahuila y Estado de México y eso trae mucha atención. Los competidores son conscientes en aprovechar la ventaja.

La propaganda da ventajas. Es un medio para influir en la actitud de una comunidad respecto a una causa. Convence y trae ventajas. Se usó en regímenes antiguos y también en los modernos. Se usaban a los juglares y también a los conjuntos modernos. Se hizo en carteles y pasquines y también en imágenes colgadas en Facebook. Superhéroes, Líderes, gente común, villanos e inocentes han aparecido en los mensajes. Se fusiona con los mensajes comunes, con lo atractivo, con lo deseable. Mientras el mensaje se mantiene y transmite con la propaganda, existe una nueva forma de comunicación que frena, atenúa o desvirtúa los resultados, se trata de una forma cómica. La hahaganda o jajaganda es la unión del fonema de la risa “jajaja” y la palabra propaganda. Describe el fenómeno de la burla para desacreditar o demeritar el mensaje, mediante un ataque al mensajero. Este término fue usado por primera vez en el 2017 en un estudio mediático ruso. Somos ingeniosos y muy talentosos los mexicanos cuando se trata de la burla. No nos frena la muerte, mucho menos cualquier defecto, característica o desliz. Cualquier ofensa se suaviza con la risa y se transforma una burla en un chiste, como si de ello se desprendiera de la ofensa.

Pero, así como el adagio afirma, que entre broma y broma la verdad se asoma, aparece a cada mensaje sus consecuencias, las cuales no se frenan ante el humor, ellas llegan las advirtamos o no.

Un nuevo fenómeno viralizado es la canción “mi bebito fiu fiu”, una letra que aprovecha una música ya existente y que contiene los mensajes de una infidelidad del expresidente peruano Martín Vizcarra que gobernó durante más de dos años hasta que el congreso de aquel país declaró su permanente incapacidad moral. Mientras circulaba frenéticamente la canción en Inglaterra renunciaba el primer ministro Boris Johnson declarando: “Amigos míos, en política nadie es imprescindible” ventajas que se materializan. En México una crisis de seguridad creciente se suaviza con un mensaje sobre el desmantelamiento de la estatua de la libertad. Qué fácil nos distraemos para ganar ventaja.