Héctor A. Gil Müller

Se cierra un año y por consiguiente Inicia uno nuevo, y aunque no es el mismo año para todos, pues solo en el calendario gregoriano estamos en el 2021, para el calendario chino es el 4719, 1443 para los musulmanes, 5781 para los hebreos y 4354 para los norcoreanos, entre muchos otros. Pero más que el número, lo interesante es la ocasión, porque en todas las latitudes, naciones o culturas nos gustan los inicios. Ese fue el gran impacto de las sociedades iniciáticas, del bautismo de los rituales de iniciación que permiten un nuevo arranque. Nos gustan las segundas oportunidades. 

En México, como en el mundo, nos gustan los inicios. En nuestra cultura la esperanza y la pasión por el futuro están muy adentro, en nuestras entrañas y en nuestro comportamiento. Tenemos rituales para enmarcar el inicio y echar augurios sobre el futuro. Rituales para atraer riqueza, amor, abundancia y alejar la tristeza, desgracia y desdenes. Te invito a tener un ritual que seguramente impactará en tu vida, como lo hizo en la mía. Solo son tres pasos, en tres momentos que tu decidas. ¿te animas?

Dedica un momento a la reflexión, estamos acostumbrados a la evaluación y seguramente puedes dar un calificativo al año, pero reflexionar va más allá, significa preguntarnos el porqué de esa calificación. Este primer paso va a terminar con una hoja escrita con las principales ideas de esa reflexión. ¿por qué funcionó o por qué no funcionó?

El segundo paso es hablar, debes agradecer. Hay más flores en los cementerios que en las casas, porque el remordimiento es más fuerte que el agradecimiento. Rompe con ello. No estamos acostumbrados a agradecer, tan es así que cuando alguien agradece, nuestra respuesta es “nada”. La gratitud es un modo de vida valioso. Debes agradecer a 5 personas diferentes por lo que hicieron en 2021 para ti.

El tercer paso es un compromiso, elige una sola palabra para el 2022. Puede ser alguna virtud a desarrollar, algún propósito a realizar, alguna meta a alcanzar, pero solo puede ser una palabra. Tendrás propósitos seguramente, esto no lo restringe. Yo he trabajado en diferentes años las siguientes palabras: escribir, profesionalizar, compromiso. En 2022 he elegido la palabra “disciplina”. Esa palabra te desafiará cada día y seguramente ganarás conciencia sobre la existencia de muchos recursos para su desarrollo. Elige bien, será un elemento de crecimiento. 

La pasión para iniciar nos debe durar todo el trayecto, una pasión extraordinaria, como José de Diego escribió:

¡Ah, desgraciado, si el dolor te abate,
si el cansancio tus miembros entumece!
Haz como el árbol seco: reverdece
y como el germen enterrado: late.

Resurge, alienta, grita, anda, combate,
vibra, ondula, retruena, resplandece…
Haz como el río con la lluvia: ¡crece!
Y como el mar contra la roca: ¡bate!

De la tormenta al iracundo empuje,
no has de balar, como el cordero triste,
sino rugir, como la fiera ruge.

¡Levántate! ¡revuélvete! ¡resiste!
Haz como el toro acorralado: ¡muge!
O como el toro que no muge: ¡¡embiste!!

Así se inician los años, pero también así se concluyen. Se feliz, trabaja, participa, construye y también olvida, mejora y también ayuda a mejorar, camina, pero no camines solo, lleva siempre a los tuyos, perdona, has música. Ante la incertidumbre la grandeza, ante lo malo lo bueno, ante lo corrupto lo íntegro.