Héctor A. Gil Müller

A la América se le ha dicho dormida, y se asocia el sueño con la noche, pero la noche debe ser una tregua para el cuerpo y también para el alma, porque el cansancio no solo se siente, también se vive y cala tanto en los huesos como en los sueños. Y si está dormida ¿cuándo despertará?, seguimos en la pobreza y desigualdad, la violencia corroe todos los rincones, la corrupción sigue siendo una constante y la opinión una inconstante. No decide y cuando lo hace parece contrariarse, cuando triunfó la economía abierta optamos por la cerrada, ante la economía del conocimiento decidimos por la manufacturera.

Cuando se enfrentan a una tormenta en alta mar, los barcos pesqueros soltaban el lastre para aligerar la carga. Soltándolo no hacían que pasara la tormenta, o que los tablones se endurecieran, solamente eran más ligeros y podían soportar los embates del oleaje. Soltar las cargas te permite avanzar más rápido.

Como país, y en general como región latinoamericana, nos seguimos doliendo de pesados lastres, que quedaron en nuestra conquista, en nuestra historia. Cada día avanzamos cargando ese pesado lastre. La historia pesa, sobre todo cuando es llena de derrotas. ¿Cuándo soltaremos el lastre? Parece gritar un joven marinero, mientras el osado capitán grita; cuando sepamos que la vida vale más que el lastre.

El futuro de América, la bendita América sigue encadenado a su pasado, sus heridas siguen sangrando porque las seguimos cargando. Debajo de nuestras heridas corre sangre y que bueno, algún día dejarán de doler y ese día será porque no hay sangre que nos importe proteger. Mientras nos siga calando la injusticia, la inequidad y la debilidad, que parece que solo se atiende con los discursos que a muchos separan, para reunir a muy pocos.

Dejemos el dolor para los mejores tiempos, corrijamos el rumbo, en México seguimos defendiendo lo que no funcionó, para traicionar la velocidad sin el lastre. Aligeremos la carga que viajar ligero es una filosofía. Según la ONG Seguridad, Justicia y Paz; América Latina tiene 42 de las 50 ciudades más violentas del mundo, ¿sangrará tanto la herida que se acabará?, solo México no avanza en contra de la violencia, y desde siempre nos ha dolido, porque crecer es todo un reto, ya no pidamos entonces soñar.

La generación actual, los que vivimos, hemos dejado de ser un escuadrón de avanzada para ser ahora un escuadrón de resistencia. Incluso cambiamos ideas por recuerdos y nos bastaría regresar a como antes estábamos, cuando la calle era un bien público que podíamos caminar. En la historia ninguna batalla concluye con la resistencia, se habla de las conquistas o las derrotas, pero resistir no es más que mover el tiempo de una batalla.

Se nos carga el futuro mientras el pasado cala. Pero entonces ¿Dónde está la renovación?, Desesperados queremos olvidar la técnica, que no ha sabido venderse y con eso también su craso error, porque el éxito es talento, encanto y perseverancia, el populismo está surgiendo no por lógica, sino porque los vacíos tienden a llenarse, pero tampoco está renovando, solo está volviendo en discurso el horror diario. Y le basta que usted y que yo afirmemos; sí, es cierto.

Yo soy Héctor Gil Müller y estoy a tus órdenes.