Flor Rentería

Amigas y amigos, estamos hoy ante el inminente regreso a clases presenciales en todo el país, ante una orden del gobierno federal que va aparejada, como siempre, de un absoluto desdén por lo que ocurre a nivel local: el estado físico de las escuelas, las necesidades de las familias, la implementación de protocolos o los temores de los niños y niñas.

Afortunadamente, ante la constante falta de interés del gobierno federal por los asuntos de Coahuila, hemos encontrado siempre en el Gobernador Miguel Riquelme la asunción de una responsabilidad con las y los coahuilenses, y eso ha permitido que desde el ciclo escolar anterior pudiéramos regresar a algunos planteles, con las medidas sanitarias respectivas contra el COVID-19.

Hoy en día, las escuelas de Coahuila continúan siendo un espacio seguro, y para este nuevo ciclo se han seleccionado 433 escuelas para el retorno en un modelo híbrido:

  • • 13 de educación especial.
  • • 13 de educación inicial.
  • • 47 de preescolar.
  • • 192 de educación primaria.
  • • 168 de educación secundaria.

Este lunes 23 de agosto arrancarán 191 escuelas, y de manera gradual se incorporarán las otras 242, inicialmente bajo modelos mixtos, para ir evaluando la llegada a la totalidad del modelo presencial en dichos planteles, los cuales han sido revisados por maestros y padres de familia, y cuentan con lo necesario para un retorno seguro. Del gran total, me permito destacar que 146 planteles son de la Región Laguna.

Queridos lectores, como funcionaria en el área educativa, puedo darles mi palabra de que la estrategia de regreso a las aulas se esta desarrollando con el más alto sentido de responsabilidad y transparencia, no obstante, como madre y abuela, puedo entender los temores que surgen ante esta pandemia, por lo que debe quedar muy claro que, en esta etapa, la libertad que tendrán los padres y madres de familia para analizar si sus hijos regresan a las aulas, es fundamental.

Cada núcleo familiar cuenta con el derecho de sopesar las ventajas y temores que consideren en un retorno físico a las escuelas, pero es importante pensar que, más temprano que tarde, debemos de regresar a las aulas y comprender que la nueva realidad simplemente esta aquí para quedarse. El escenario no es el mismo que el de hace un año y medio, hoy se cuenta con vacunas, y conocemos más a detalle la conducta del virus y las maneras de evitar su propagación.

El reto, sin duda, es enorme, y eso demanda que nos involucremos todos. La única certeza que hoy tenemos en esta incertidumbre es que las escuelas son nuestras, y la educación es, realmente, el único legado que como sociedad podemos dejar a las futuras generaciones, por lo que recuperar nuestras escuelas y nuestros salones de clase no es solo una ventaja, sino una necesidad como sociedad.