Flor Rentería

Queridos lectores, hemos concluido ya el ciclo escolar 2020-2021, y creo que podemos decir sin temor a equivocarnos, que este año escolar ha sido el más atípico y accidentado de la historia de nuestro país, y francamente, no ha sido para menos.

Ante la adversidad, el Gobernador Miguel Riquelme construyó una estrategia de respuesta, conformando equipos que combinaran por un alto grado de especialidad en la materia, y por otro una pluralidad en su conformación que permitiera que las decisiones tomadas fueran consensuadas y asumidas responsablemente por todas y todos los coahuilenses. 

En la lucha contra el coronavirus, el Gobernador ha sido el Comandante, el máximo promotor, y el mejor referente para el cuidado de las medidas diarias. Los protocolos que diseñó en Coahuila han sido adoptados por todo el país, primero en los mecanismos de coordinación, y posteriormente en las estrategias de vacunación, a través de un modelo orgullosamente propio del Estado que prioriza la salud de las personas por sobre los colores partidistas y las agendas políticas.

En lo específico de la educación, entendiendo la gran importancia de la labor docente, se instalo una mesa específica de educación para la reactivación del sector educativo, y se ha podido revisar puntualmente las necesidades de todos y cada uno de los planteles, en personal, equipamiento e infraestructura, para que así en agosto se pueda estar en condiciones para que el mayor número de planteles vuelvan a abrir sus puertas a nuestras las niñas y niños en toda la entidad.

En la Laguna, con el trabajo coordinado del Gobierno del Estado, las secciones sindicales, las autoridades de salud, pero lo más importante, las y los maestros y los padres de familia, es que se ha reabierto un gran número de escuelas:

  • 15 escuelas el 17 de mayo
  • 25 escuelas el 30 de mayo; y
  • 12 escuelas el 21 de junio.

A la fecha, 52 planteles han regresado a clases en un modelo piloto ejemplo a nivel nacional de educación semipresencial, en donde se monitorea constantemente que las medidas se cumplan, y la escuela recupere su lugar como el máximo espacio de socialización de niñas y niños, y continúen trabajando ininterrumpidamente.

Amigas y amigos, el cierre de ciclo escolar lo logramos juntos, y juntos debemos de seguir, para cuando superemos por fin este flagelo, volvamos a estar más unidos que nunca.