Flor Rentería

Queridos amigos, hemos cumplido ya un año de que los primeros casos de COVID-19 se presentaron en la entidad; el primer caso fue precisamente en Torreón, el 29 de febrero de 2020, mientras que la primera defunción se reportó un mes después, el 28 de marzo, en la ciudad de Monclova, y mucho ha pasado desde ese momento.

Actualmente se tienen menos de mil casos activos en la entidad, mientras que en el acumulado se han reportado 66 mil 700 personas enfermas durante todo este año, de las cuales, fallecieron arriba de 5 mil 600. Los números al momento continúan controlados, y gracias a un trabajo sin precedentes de los héroes de la salud, se ha podido contener de algún modo la pandemia en la Entidad.

Estimados lectores, creo que ninguno de nosotros nos imaginamos el año pasado que llegaríamos a este punto, y que el término “Cuarentena” dejaría de asociarse a un periodo de cuarenta días; hoy si bien el escenario parece estar encaminado a una eventual normalización, aun requiere mucho de nosotros para poder dejar esto atrás.

La estrategia nacional de vacunación se encuentra avanzando, aunque lamentablemente muchísimo mas lento de lo que quisiéramos; mientras en México las vacunas avanzan a cuentagotas, en otras partes del mundo la vacunación avanza con rapidez, permitiendo el retorno de las personas a una vida similar a la habitual; como ejemplo claro esta Texas, donde el Gobernador Abbott decretó en estos días la apertura al 100% de los negocios y la terminación de la política de cubrebocas forzoso en su Entidad.

En México, no solo la política de vacunación es lenta, sino que la política de prevención también fue pobre y ausente de autoridad; en todo momento el gobierno federal ha dado mensajes encontrados, ha roto sus propias reglas, y se ha consolidado como el país que peor ha enfrentado la pandemia a nivel mundial. Un mérito absolutamente criminal, que no debemos de olvidar jamás.

En contrario, el Gobierno de Coahuila asumió el reto de forma cabal: conformó una Alianza Federalista para trazar frentes comunes y de apoyo, impulsó medidas restrictivas para mitigar los contagios, habilito las pruebas de detección masivas para romper cadenas de infección, y conformó subcomités regionales que pudieran analizar cada situación de forma concreta, y aplicar las medidas que correspondieran a cada zona.

Hoy, el trabajo del Gobernador Miguel Riquelme ha rendido frutos, y nos encontramos en quizá el punto más bajo de la pandemia desde que la dispersión local arrancara; cada día que pasa estamos mas cerca del final de este flagelo global, por lo que sigamos observando las medidas que el Gobierno del Estado ha instaurado. Juntos lo lograremos.