Samuel Rodríguez Martínez

La responsabilidad adquirida de quienes integramos la actual Legislatura del Estado jamás podrá estar en duda, porque así lo hemos demostrado y de ninguna manera es intención nuestra delegar en la ciudadanía las decisiones que son parte de nuestro compromiso con quienes nos otorgaron su confianza en las urnas.

Cuando en el Legislativo se propone consultar el sentir de la gente en temas que tienen cierta carga de controversia y emotividad, es precisamente con el fin de recoger esa opinión colectiva que siempre habrá de prevalecer por sobre cualquier otra opinión de la individualidad, y habrá de darnos los elementos necesarios para decidir escuchando y evitar así la tentación de la siempre criticable actitud absolutista de decidir en razón o conveniencia de la propia voluntad.

En algunos temas que se han presentado en el recinto legislativo en días pasados, parte de la motivación y argumentación para ser llevados a tribuna ha sido precisamente la falta de consenso cuando se decidió legislar en dichos asuntos de la vida política y social de los coahuilenses.

Los mecanismos establecidos en nuestra legislación para los temas que tienen que ver con la consulta ciudadana están ahí precisamente para su utilización y de su buen uso y de su entendimiento, dependerá tener resultados satisfactorios para nuestra sociedad, cuando quienes están facultados para hacerlo decidamos hacer uso de dichos mecanismos.

En la decisión de consultar a la gente no existen improvisaciones ni ocurrencias, sólo quien desconoce la legislación o actúa de mala fe podrá desacreditar su utilización, pero también será responsabilidad y obligación de quienes eventualmente utilicemos estas herramientas democráticas exponer a la ciudadanía la explicación más amplia de las condiciones de su aplicación, de la corresponsabilidad que tenemos todos, quienes en tal proceso participemos, y particularmente la obligatoriedad que tenemos para el cumplimiento de los resultados que se hayan obtenido.

Crear controversia malsana de temas importantes para la gente jamás podrá ser el camino para el posicionamiento político; la discusión y análisis de estos temas deberá estar totalmente alejados de ideología o intereses partidistas, esta actitud ha de reconocerse entre los grupos y fracciones parlamentarias de nuestro estado porque así lo hemos decidido y así lo hemos demostrado.

Las y los diputados coahuilenses habremos de seguir legislando en beneficio de la gente, esa es premisa fundamental de quienes ahí desempeñamos la tarea encomendada por nuestros electores; quienes deseen participar con sus opiniones, en el recinto legislativo serán siempre bien recibidos y será interés supremo el análisis de sus exposiciones, pero jamás podremos dejar de escuchar a la sociedad en su conjunto porque esa también es nuestra obligación y responsabilidad.