Gerardo Moscoso Caamaño

El letargo de quién esto suscribe sufre grandes altibajos. No es un camino asfaltado por donde aquí se viaja.  La vida gobierna el rumbo, y la vida no es estática ni cobarde ni resignada. 

Hay días en los que su servidor, quizá el riguroso peregrino, se propone ser muy optimista, piensa que no todo es mentira ni todo está perdido.  Incluso, como un chaleco salvavidas personal, se dice así mismo que el oficio de organizador cultural tiene un objeto; que tal vez la vocación de servicio alcance, aun de manera modesta, una resonancia social imaginada; que el trabajo continuo logre la utilidad planeada; que con que el esfuerzo común perseverante logre dar esperanza a algún habitante de las colonias marginadas vulnerables y violentas que circundan al Teatro Salvador Novo, que eso ya es bastante y quedaría bien justificado...Sin embargo, otros días se halla firmemente convencido de que la naturaleza humana es equívoca, de que el hombre que escribe es un ser agonizante que no vale la pena, al que el aprendizaje de todos estos largos 76 años no conduce a nada, de que cualquier entrega ha de ir acompañada de dolor, (acaso este Médico-Actor es masoquista) y no de la satisfacción inconsistente del cumplimiento de un deber al que las autoridades de Cultura no les interesa La historia del ser humano es la historia de muchos desengaños. 

Hay que sobrevivir, que es mucho menos que vivir, y para eso hay que ser egoístas, a pesar de que la generosidad luego se nos muestre como un valor prestigioso. El hombre solo es hombre cuando es libre: de producir o de no producir, de elegir o abstenerse, de amar o distraerse.  Ahí está el punto de partida: el ser humano se desliga de su parte animal, adquiere noticia transmisible de sí mismo, supera al obediente que lleva dentro, inventa, crea, progresa, cuestiona y avanza.  Sin embargo hay días en que parece inevitable el naufragio.  ¿Y qué nos queda entonces? continuar, avanzar como si estuviéramos en la correcta dirección confiando en que lograremos en común y unidos una sociedad más, cultivada, más humanista . Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.