Gerardo Moscoso Caamaño

“Una mañana me dije: me iré hacia el norte, a una ciudad lejana, donde nadie sepa quién soy y donde pueda sentarme en un banco cualquiera de la plaza a ver pasar la gente y a ver morir los días…y en huida y sin rumbo crucé unas cuantas ciudades hasta llegar aquí. Me gustó este paisaje bíblico desolado y ardiente que se parece a los campos de la Castilla donde yo nací. Esta es mi tierra grité y decidí quedarme unas semanas entre estas dos ciudades de Coahuila y Durango separadas por un río lírico y humilde con viñas y huertos en las márgenes…” 


En Torreón, hoy, gracias a la sensibilidad del Rector de la UAdeC, Salvador Hernández Vélez, el poeta del exilio republicano español, tiene un busto y el edificio de la Infoteca que lleva el nombre de León Felipe, para que las futuras generaciones constaten y conozcan su obra y su paso por La Comarca Lagunera. 

“…Llegué a México
montado en la cola de la Revolución. Corría el año 23...
Aquí planté mi choza,
aquí he vivido muchos años, 
aquí he vivido,

he llorado,
he gritado,
he protestado
y me he llenado de asombro.
He presenciado monstruosidades y milagros:
aquí estaba cuando mataron a Trotsky
y cuando asesinaron a Villa,
cuando fusilaron a 40 generales juntos...
y aquí he visto a un indito, a todo México arrodillado llorando ante una flor.
He acompañado a la muerte muchas veces:

la vi a la cabecera de mi madre,
de mi compañera, de amigos innumerables. He sufrido y sufro el destierro...

Y soy hermano de todos los desterrados del mundo....”

 

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