Gerardo Moscoso Caamaño

Lo sucedido en días pasados en el Colegio Cervantes de Torreón ha sido un hecho espantoso que nos debe llevar a todos a una reflexión.

La educación y la transmisión de conocimientos para quienes nos dedicamos a ello, no es un camino pavimentado por donde aquí se camina.

Hay días en los que su servidor, quizá el riguroso teatrista, se propone ser muy optimista, piensa que no todo es simulación ni todo está perdido. Incluso, como un chaleco salvavidas personal, se dice así mismo que el oficio de creador formativo tiene un objeto; que tal vez la vocación de servicio alcance, de manera modesta, una resonancia social imaginada; que el trabajo continuo logre la utilidad planeada; que con que el esfuerzo común perseverante consiga dar esperanza a alguna de las colonias de esta Comarca y quedaría bien justificado.

Sin embargo, venimos viendo cada vez con más frecuencia, de que la naturaleza humana es equívoca, de que el hombre que esto escribe es un ser desconsolado, al que el aprendizaje de todos estos años de vida de trabajo en el medio cultural no han dado resultados, de que cualquier transmisión de discernimiento ha de ir acompañada de dolor, y no de la satisfacción frágil del cumplimiento de un deber, de que el concepto de compromiso tampoco es en exceso seguro El hombre solo es hombre cuando es libre: de producir o de no producir, de elegir o abstenerse, de amar o distraerse.

Ahí está el punto de partida: el hombre se desliga de su parte animal, adquiere noticia transmisible de sí mismo, supera al obediente que lleva dentro, inventa, crea, progresa y avanza.

Sin embargo hay días en que parece inevitable el naufragio. La historia del hombre es la historia de muchos desencantos. Hay que sobrevivir y para eso hay que ser materialistas, a pesar de que la generosidad luego se nos muestre como un valor prestigioso.

¿Qué nos queda entonces? Transitar en la correcta dirección confiando en que lograremos en común y unidos un mundo en el que el arte sea un factor de transformación y justicia social.

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