Héctor Reyes

Hace unos días dejo esta tierra, pero la dejo con una huella que será para muchos de los que fuimos sus alumnos, difícil de olvidar.

Fue mi titular de 3A de la secundaria, hombre estricto, pero de buen corazón, con muchas ideas y una manera muy peculiar de tratar a los jóvenes, aquellos que salíamos de la pubertad, para entrar en la juventud, un gran maestro, el Profesor Galindo, como le decíamos.

De niño, lo veía dar ordenes a los compañeros de la banda, su estatura imponía, casi siempre con lentes “Rayban” color verde de gota grande y con su inseparable portafolio, se encaminada cada día a su coche, en los años ochenta, un carro color blanco con tonos en vino, ¿modelo? no me acuerdo, eso si deportivo, que iba a acuerdo a su personalidad; mis compañeros hablaban de el seguido, por sus regaños o por buen sentido de humor, ese era el profe Galindo, José de Jesús, su nombre.

Cuando un servidor, entro a la secundaria, recuerdo que nos decía, “pronto caerán conmigo” en ese tiempo no sabía si era bueno o malo, ¡sorpresa fue haber quedado en su salón! en tercero de secundaria, lo primero que nos dijo, es que el estaba acostumbrado a sobresalir y si, nos daba cada día una lección, que con el tiempo se convirtió en lección de vida.

Anécdotas, ufff muchas, gracias a mi amigo, Lasallista también, Lalo de la Peña, me recordó varias frases que el solía decir: “Reyes! Cierra la puerta, ¡por fuera!... ¿No te sale el resultado?, ¡pues tócale!”.

Recuerdo que previo a la navidad de cada año, se hacía un concurso donde se adornada cada salón con ese motivo, en los años anteriores siempre el grupo del Profe Galindo eran los que ganaban, ¿Qué hacen siempre ellos para ganar? Me preguntaba, la clave era el, sus ideas, su interacción y como nos hacia desarrollar la imaginación y si, me toco que ganáramos ese año.

Bueno para dar clase y después, fumarse un cigarro, sus malboro rojos.

A raíz de su fallecimiento, surgieron distintas publicaciones en redes sociales sobre el maestro Galindo, una de ellas, que me gusto fue lo que escribió el Dr Javier Cárdenas, amigo y compañero de los tiempos en las misiones lasallistas, el cual escribió una colaboración sobre el Profe Galindo, palabras más palabras menos, me gusto esta parte:  “Nobleza obliga”, decían los caballeros medievales aludiendo a que la raíz de la consecución de un trofeo no era resultado ni de la suerte ni de las trampas, sino de la nobleza del corazón que exigía el esfuerzo de superarse.

La mediocridad y la comodidad no eran atractivo suficiente para la nobleza de un caballero.

Galindo cultivaba la nobleza real, no la artificial que nace del maquillaje, del dinero o de los atuendos por más ostentosos que fueran. La primera impresión que daba era que era muy exigente en la disciplina, la puntualidad y la armonía. No aceptaba excusas, que son el camino de la mediocridad.

Galindo no era solamente el jefe de la banda. Era maestro de matemáticas con su misma personalidad de exigencia, disciplina y adhesión a la verdad, cosa que en el terreno de las matemáticas no admite medias tintas o medias verdades. Sus alumnos sabían que si hacían el esfuerzo tenían en él un mentor, no un verdugo, pero también sabían que si no estudiaban, no aprendían y Galindo no traicionaba la verdad de los resultados”…

Y si, fue nuestro mentor y hoy su luz brilla más fuerte que nunca, los que crecimos con el, en especial mis compañeros de la generación 21 del Colegio Ignacio Zaragoza lo recordamos con cariño, su legado sigue en cada uno de nosotros, gracias Profe Galindo por sus enseñanzas, risas y aprendizaje, cumplio su labor y la cumplio bien.

 

PUNTO Y APARTE

Cortita: Este viernes, estará en nuestro estado, el Presidente de México, Ándres Manuel López Obrador, visitará nuevamente las clinicas del Instituto Mexicano del Seguro Social, ahora en Matamoros y San Buenaventura, ojalá este gira sea para bien de esta unidades de salud y de Coahuila.

 

@_hreyes