Héctor Reyes

Hoy en día, usar WhatsApp en nuestra vida, ya es parte de la misma rutina, pero hay ciertas controversias, por así decirlo, en usarlo en el trabajo.

La preferencia de usar WhatsApp en el trabajo por encima del uso del correo electrónico es cada vez más común, pese a que todavía no reemplaza el clásico medio de contacto formal que representa el mail, su instantaneidad y efectividad para la comunicación dan la impresión de que todo se nos ha facilitado, pero… ¿Usar WhatsApp en el trabajo realmente trae ventajas para la comunicación o por el contrario la entorpece? Vamos a ver las dos caras de la moneda.

 

¿Cuál es la principal razón para usar WhatsApp para trabajar? 

 

Actualmente, estamos en constante comunicación por medio de WhatsApp en el entorno de trabajo, este caso es con la intención de tener una vía más rápida de comunicación con nuestro entorno. WhatsApp se ha convertido en la herramienta de trabajo que centraliza la comunicación sobre los distintos pendientes que hay en el plan laboral, es ideal para ahorrar tiempo, pero también puede retrasarnos en otros.

 

El lado malo de usar WhatsApp en el trabajo

 

Interrumpe el flujo productivo del trabajo: todas las herramientas de mensajería instantánea de forma consciente o inconsciente logran que se les atribuya un sentido de urgencia, una necesidad de mantenerse al día con cada mensaje desde el primer minuto en que oímos la notificación, esto implica romper con la armonía que requiere estar concentrado en una sola actividad. Esta es una de las razones por las que la comunicación sincrónica que proporcionan herramientas como WhatsApp en el entorno de trabajo recibe críticas constantes.

 

La situación ha sido analizada incluso por Harvard Business Review, donde se afirma que a este fenómeno se le conoce como “Sobrecarga colaborativa”: el tiempo que los empleados dedican a la colaboración ha aumentado un 50% en los últimos veinte años, traduciéndose en numerosas horas de la jornada laboral que solo se dedican a la comunicación entre colaboradores y no al trabajo continuo y enfocado. 

 

El lado bueno 

 

También tiene su lado bueno.

 

Es perfecto para realizar coberturas o dar actualizaciones en tiempo real, cuando se trata de eventos, juntas o reuniones que exigen una información instantánea, WhatsApp es una excelente herramienta para compartir datos, ubicaciones y archivos multimedia en tiempo real.

 

Al darles un uso correcto, los grupos nos permiten segmentar equipos de trabajo: las personas encargadas de un tema o actividad en concreto pueden organizarse en un grupo moderado por el administrador o administradora de las comunicaciones o la persona encargada de gestionar el proyecto, sin necesidad de involucrar a colaboradores que no están relacionados con la actividad.

 

También se pueden organizar grupos temporales con la finalidad de discutir temas relacionados a algún evento o con tareas pre-asignadas y roles definidos. 

 

Por último, no existe la herramienta de comunicación perfecta y tampoco hay un manual de herramientas que funcionan mágicamente frente a todas las necesidades; aprovechar los pros y evitar los contras de utilizar WhatsApp en el trabajo dependerá de la una organización colectiva previa en donde cada día sea más fácil educarse sobre las buenas prácticas de comunicación interna que exige la era de la transformación digital.

 

Como siempre, usted amable lector tendrá la última palabra.

 

Buen fin de semana, la frase: Cuando una circunstancia salió mal, ¡sonríe! igual ya valió madre. ¡Ánimo!