Héctor Reyes

Saltillo próximamente cumplirá sus primeros 445 años de su fundación, así que “apenas” está llegando a su madurez…

¿Por que decimos esto? La capital de Coahuila a lo largo de los años, ha desarrollado varios cambios en su andar.

Fundada en 1577 por el capitán Alberto del Canto,  Saltillo ha desempeñado un papel relevante en la historia nacional, gracias a su importante situación geográfica, y por ser una de las poblaciones más norteña de la Nueva España.

Con la llegada de los tlaxcaltecas la vida del lugar cambió radicalmente. Los campos, antes usados sólo para el pastoreo, se llenaron de cultivos de cereales y de algodón, de hortalizas y de huertas. Se sembraron grandes viñedos que posteriormente dieron y -siguen dando- vinos excelentes.

Se mejoró la ganadería y se aprovecharon sus productos. Se establecieron tenerías y telares y fue entonces cuando se comenzaron a hacer los famosos jorongos y los ya famosos sarapes saltillenses, que llegaron a ser toda una tradición y símbolo de la ciudad.

Inmensa en el vértigo de la modernidad y el progreso, Saltillo conserva aún su sabor provinciano. El ruidoso tráfico vehicular rompe la tranquilidad del ambiente de que hay en las estrechas y sinuosas calles donde aún existen antiguas casonas con gruesos enrejados que protegen sus enormes ventanales, por los que se logra entrever los amplios patios interiores, hecho que me llevo ha realizar un calendario  fotografico en años pasados.

La zona metropolitana de Saltillo, está ubicada al noroeste de México, integrada por los municipios de Ramos Arizpe y Arteaga y forma parte del corredor automotriz Monterrey-Saltillo sobre el que se encuentran localizadas más del 50 por ciento de las empresas de dicho sector en México. 


En este sentido, Saltillo se ha convertido en un punto de encuentro para los buenos negocios, la productividad, el crecimiento acelerado, sustentable y sostenido, quienes han hecho que esté cada vez más cerca de cualquier empresa que busque establecerse en una región para progresar.


La diversificación es una tendencia que continúa acentuándose de forma positiva por las ventajas competitivas que Saltillo y su área metropolitana ofrecen; como, ubicación estratégica, su nivel educativo, su estabilidad y su costo laboral competitivo, por mencionar algunas fortalezas.


Hoy en día, el municipio se ha consolidado como una de las principales zonas económicas del país, representando una oferta competitiva, atractiva y sólida para las empresas con planes de crecimiento, de ahí que su madurez se va dando, a pesar de la pandemia que todavía persiste.

En este 445 aniversario de Saltillo, es óptimo compartir un fragmento de una columna del gran cronista de la ciudad, Armando Fuentes Aguirre “Catón”:.. “mi ciudad, de raza colonial, se ha modernizado, y es ahora gran capital automotriz. Conserva, sin embargo, su raíz cultural, que hizo que Saltillo fuera llamada “la Atenas de México”. 

Alguien consideró exagerada esa denominación, pero yo vi en Grecia un letrero que decía: “Atenas: el Saltillo de Europa”. 

Mi ciudad tiene una catedral que, si yo fuera obispo, cobraría por verla. Tiene montañas que la rodean en amoroso abrazo, y crepúsculos que parecen anuncios de publicidad de Dios. 

En Saltillo se hacen sarapes que cogen todo el sol del mundo, y todos los arco iris, y los obligan a quedarse quietecitos en sus pliegues, lujo sobre el lujo del piano alemán con candelabros. Y tiene Saltillo una alameda que ha puesto prólogo a todos los amores saltilleros. 

Si esa alameda pudiera hablar ¡ah, cuántas cosas se callaría!. 

El otro día soñé que llegaba a las puertas del Cielo. Me formaba en la fila de los que esperaban entrar en la morada de la eterna bienaventuranza. 

San Pedro, el portero celestial, interrogaba a los recién llegados:“¿De dónde vienes?”. “De Roma”. “Está bien, pasa. ¿Y tú?”. “Yo vengo de Florencia”. “Puedes pasar. ¿Y tú?”. “Yo vengo de Paris”. “Pasa también”. Y que me llegaba el turno y el buen portero me preguntaba: “Y tú ¿de dónde vienes? Yo respondía: “De 

Saltillo”. Entonces San Pedro, preocupado, se rascaba la calva y me decía: “Ah, caray, señor, pues pase usted, a ver si le gusta esto que tenemos”. 

En Saltillo, dice Catón, al visitante le mostraremos las galas de nuestra ciudad y compartiremos nuestras gulas: el pan de pulque, inverosímil; nuestra fritada de cabrito, única en todo el universo y partes adyacentes; nuestras enchiladas, ante las cuales los manjares que encomió Brillat-Savarin son modestisimo potaje; nuestros dulces paradisíacos... 

Vengan a Saltillo. Quién sabe: a lo mejor se van a ir al Cielo, y es bueno que se vayan preparados". Catón.

¡Felicidades por estos 445 años, Saltillo de mi corazón!

Feliz fin de semana, la frase: La amistad es como un libro…Hay amigos solo para página, otros para un capítulo entero y luego están los verdaderos, esos que estarán presentes para toda la historia.

 ¡Ánimo!

 

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