Héctor Reyes 

El pasado lunes, casi una buena parte de la población del mundo padeció la “caída” de las principales redes sociales hoy en día: Facebook, Instagram y WhatsApp.

Las reacciones para algunos fueron de júbilo, según un sondeo que realice personalmente, para otros, catastróficas: “Me desespere, no sabia que hacer…”.

Según Facebook, Inc., la compañía dueña de estas tres redes, la falla en el servicio se debió a un error en su sistema interno. En resumidas cuentas, al darle mantenimiento a lo que la compañía llama su “columna vertebral” se activó un proceso que no se debió de haber activado, y la red del conglomerado –incluidas todas sus plataformas– quedó fuera de servicio.

La interrupción fue masiva y no sólo hacia fuera, ya que según versiones internas, los propios ingenieros de Facebook no podían entrar a los servidores porque sus accesos dependían de la red misma.

Ante este hecho, quedó demostrado dos cosas, la dependencia que gran parte de los habitantes de este mundo tiene por ciertas tecnologías y dos, la fragilidad con la que se sostienen. 

A pesar de existir diversas redes sociales y servicios de mensajería, hoy en día, hay un dominio claro de la tecnología de la empresa de Mark Zuckerberg. La gente utiliza WhatsApp para todo, desde el contacto familiar hasta para temas de trabajo, a pesar que hay empresas que tienen prohibido utilizarlo.

A usted amable lector, ¿como le fue con la caída del WhatsApp? ¿Sufrió o descansó?...

Por otra parte, Facebook ha tenido en días pasados otro tipo de problemas, con la publicación de una serie de reportajes llamada “Los archivos de Facebook”, el Wall Street Journal reveló una filtración masiva de documentos de la empresa.

En esta filtración, hecha por una ex empleada, se confirmó lo que gran parte de la comunidad tecnológica ya sabía. La influencia negativa de este conglomerado, ya que dentro de la compañía se han hecho estudios que demuestran la tendencia negativa, en Instagram por ejemplo en la imagen y autoestima de los adolescentes, ya que al utilizar esta aplicación, su visión sobre cómo debe lucir un cuerpo imagen en ellos se distorsiona.

Surge la pregunta: ¿Deben regularse las redes sociales?.

Punto y aparte

 

En días pasados, el gobernador Miguel Ángel Riquelme Solís señaló que a pesar de la pandemia, en Coahuila no se ha detenido el proceso de reactivación económica, recuperación de empleos y la integración de nuevas inversiones, que generan empleos formales y oportunidades de desarrollo para todos.

“En nuestra entidad se mantiene un trabajo coordinado con los diversos sectores productivos y sociales que permiten generar las condiciones ideales para nuevas inversiones, y que se suman a las estrategias de educación, cultura, deporte y recreación”, indicó.

Coahuila es un polo de atracción para inversiones, con una buena percepción de seguridad, ya que sobresale a nivel nacional en la baja incidencia delictiva, esto gracias a que todas las autoridades —federales, estatales y municipales— trabajan coordinadamente.

Buen fin de semana, la frase: “Nunca te alejes de los amigos que no tienen pelos en la lengua. Siempre vamos a necesitar que esas personas te digan las cosas como son, sin hipocresía”. ¡Ánimo!.

 

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