Héctor Reyes

Desde hace unos días quería compartir con ustedes, mis amigos lectores, una reflexión que hace tiempo tenía en mente ...


Desde la llegada de las primeras vacunas contra el Covid, eh visto varios rostros de felicidad de distinto personal de salud, pero a la vez me ha tocado, como ha sido una constante desde el principio de esta pandemia, estar al pendiente de algún resultado, de una prueba o estar al pendiente de algún estado de salud de personas que desgraciadamente se tienen que internar por causa de este virus.


Han sido meses muy desgastantes en todos los aspectos, vamos para 11 meses de estar revisando el informe diario de la pandemia Covid, de lunes a domingo, de estar contestando dudas de la prensa, de la sociedad y de los amigos.

 
Estos meses han sido meses con altas y bajas, meses de no tener vacaciones (y no es queja) pero también han sido meses de ver que con el grano de arena que uno contribuya,  se pueden lograr muchas cosas.


El 2020 llegó con un gran cambio para todos y el 2021 pinta con una luz de esperanza.


Este año, en lo personal, también ha sido a pesar de lo corto que ha transcurrido, de grandes aprendizajes, de ver en realidad como han sido mis años pasados en materia laboral y abrir los ojos hacia una realidad: el interés de unos sobre su propio beneficio y el apoyo de otros, como verdaderos amigos.


Bien dicen que en tiempos difíciles, se saca la casta y se conocen a las personas y la pandemia, de una u otra forma a muchos nos ha dado lecciones. La luz al final del túnel se empieza a ver, lejana aún, pero ahí se ve.

En estos días que me ha tocado participar en la recepción de la vacuna contra el Covid, me ha dado un orgullo ver que esa pequeña luz ahí está, ojalá sigan llegando más y más vacunas, porque todos queremos estar bien, con salud y con ánimos para hacer bien las cosas.


Sigamos adelante, sigámonos cuidando.

Punto y aparte

 

Tras casi 50 años dedicado a la vida pública, el exsenador por Delaware y exvicepresidente de Barack Obama, Joe Biden, tomó posesión como el 46º presidente de los Estados Unidos. 

Es, a sus 78 años, el más longevo de la historia del país y llega a la Casa Blanca en su tercera intentona, tras haberse presentado a las primarias de su partido con escasísimo éxito en 1988 y 2008. 

Biden juró su cargo once minutos antes de lo previsto y a las 11.49 horas era ya el nuevo presidente de Estados Unidos. El ahora presidente hereda un país polarizado tras cuatro años de trumpismo, con unas desigualdades sociales y raciales, además de una pandemia por el covid-19 descontrolada desde un principio.

Trump, que ha dejado la presidencia con un “impeachment” bajo el brazo, no sólo no quiso cruzarse con Biden en la jornada de transición del poder sino que en su discurso de despedida no se dio por acabado: “Volveremos de alguna forma”.

Tras los actos por la toma de posesión, el demócrata estrenó su primera tarde en la Casa Blanca firmando órdenes y notas presidenciales precisamente sobre la pandemia, la economía, la inmigración, la igualdad racial y el medioambiente. 

Será la administración más diversa de la historia del país, con miembros de la comunidad negra como la vicepresidenta Kamala Harris; latinos como los secretarios de Salud, Xavier Becerra, Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, y Educación, Miguel Cardona; nativos americanos como Deb Haaland, la responsable del Departamento de Interior; y la primera transgénero en ocupar un puesto en un gobierno de Estados Unidos: Rachel Levine, hasta hace unos días ministra de Salud de Pensilvania, será la próxima subsecretaria de Salud.

Veremos cómo le va al Sr Biden.

Buen fin de semana, la frase: “El error más común es suponer, en vez de preguntar”.

¡Ánimo!

 

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