Héctor Reyes  

El “ejército” de funcionarios encargados de la entrega de apoyos sociales del Gobierno federal asumió su nueva función: llevar el registro de los vacunados contra Covid-19. 


Desde esta semana, los Servidores de la Nación participaron activamente en los centros de vacunación instalados en los 879 hospitales Covid de todo el País.

 
Su labor fue llevar el registro y dar el acceso al personal médico para obtener su vacuna, y luego enfermeras de distintas dependencias de salud la aplicaban, su tarea: convocatoria, logística y organización de las personas que recibirán la vacuna.


En el registro de Servidores de la Nación hay 19 mil 58 funcionarios con un salario mensual de 10 mil 603 pesos, a cambio del cual coordinan la entrega de apoyos y la logística en eventos del Presidente Andrés Manuel López Obrador.

 
El delegado de la Secretaría del Bienestar en Guerrero, Iván Hernández, sostuvo que la tarea de estos funcionarios es meramente logística y descartó una intención electoral. 

"La tarea es llevar un control del personal médico que está recibiendo la vacuna", sostuvo. 

Varios gobernadores, como el de Coahuila, Miguel Ángel Riquelme Solís calificaron como lamentable que se quiera tomar un control político de las vacunas contra la COVID-19, a través de la participación de los llamados “Siervos de la Nación” en el proceso de aplicación de estas inmunizaciones.

El mandatario estatal hizo un llamado para evitar que el proceso de vacunación se politice, en Coahuila se ha tenido una muy buena organización en dicho proceso, además de asegurar que la entidad desea seguir trabajando en coordinación con el Gobierno Federal, siguiendo los protocolos establecidos por la Secretaría de Salud de esa instancia.

Miguel Riquelem lo dijo claro: “Se trata de un tema muy delicado”, y si usted ve amable  lector, este proceso no se ha querido politizar ni entrar tampoco en polémica sobre ese tema, pero que, de entrada, se considera innecesaria la participación de los servidores de la nación en los procesos de vacunación en Coahuila y en el país.

Querer tomar un control político de las vacunas, no debería de ser, ya que hay un  proceso técnico y organizado, más bien se pone en riesgo la organización y la operatividad que hasta hoy se había conjuntado en grandes esfuerzos por ambas partes, y en donde el personal de Salud del Gobierno Federal, el Ejército Mexicano, y la Secretaría de Salud del Gobierno del Estado han conjuntado esfuerzos y se ha hecho un trabajo ejemplar, responsable y con los protocolos médicos.


Tras la llegada de más vacunas a Coahuila, a partir del miércoles de la presente semana, se observó que trabajadores con el chaleco del Gobierno federal estuvieron presentes en los centros de vacunación. 


Es lamentable que quieran tomar un control político de las vacunas, cuando hasta ahorita el proceso ha sido técnico y organizado, han dicho personal de salud, yo me uno a ese llamado, el tema de la vacuna no es electoral, es de protección de vidas y es responsabilidad de los Gobiernos proteger de la salud de la población, no vender ese derecho. 

Punto y aparte

La afición del Presidente por el béisbol ha quedado más que clara, y esta semana se dio a conocer una muestra más que, a la vez, refleja las prioridades de inversión en obra pública. El estadio de las “Guacamayas de Palenque”, fundado y dirigido por Pío López Obrador, será remodelado con una inversión de 89 millones de pesos, Quibole.

Una investigación de Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI) revela que la Secretaría de Desarrollo Territorial y Urbano (Sedatu) asignó el 11 de enero del 2021, un contrato por la citada cantidad a la empresa Alz Construcciones SA de CV, originaria de Tuxtla Gutiérrez.

La asignación –dice el reportaje firmado por el periodista Raúl Olmos– se otorgó en una segunda vuelta, debido a que, en una primera ronda de la licitación, la secretaría descalificó a los 26 postores que concursaban por supuestos incumplimientos en los requisitos.

El estadio, contará con “nuevas tribunas, palcos, 12 locales a los lados del vestíbulo de acceso, seis baños para espectadores, dugouts para los equipos y vestidores con regaderas, lockers y sanitarios”. Más menos como el Madero, el parque de Beis en Saltillo.

¿Capricho? Usted tiene la última palabra amable lector.

Buen fin de semana, la frase: “Cuidado a quien ayudas…no todos son agradecidos”.

¡Ánimo!

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