Héctor Reyes 

La prudencia y la buena información son fundamentales, pero también saber los objetivos.

La epidemia de coronavirus Covid-19 está teniendo una importante repercusión pública que se magnifica de manera continua en todos los medios de comunicación.

Por ejemplo, en esta semana varios portales y cuentas de redes sociales, ha dado nota de no menos de cuatro referencias al pánico ciudadano (caso sospechos en el un hospital privado de Saltillo, mascarillas, estornudos que producen terror...) en fin, varias páginas y publicacioes dedicadas al tema.

Es obvio que el Covid-19 es un virus nuevo del que se va teniendo información poco a poco, y eso nos obliga a la precaución. También que su letalidad, no es muy grande, probablemente esta magnificada por el hecho de que muchas personas infectadas no tienen síntomas o los tienen muy leves, con lo que pasan inadvertidas y no se contabilizan, lo que favorece el contagio y dificulta parar la cadena de transmisión, cuestión que ha sucedido en Asis y Europa, aclarando que en México no hay circulación del virus; los casos que hay son importados.

Pero ¿Por qué se magnifica tanto el Covid-19? Digamos que hay algunas razones objetivas y otras que no lo son: las objetivas son que se trata de una enfermedad nueva cuya evolución lógicamente no se conoce y obliga a la prudencia, y también que el contagio desde personas sin síntomas favorece extremadamente su transmisión. Las otras tienen más que ver con el miedo a lo desconocido en una sociedad desacostumbrada a los riesgos.

No existe hasta el presente un tratamiento específico, aunque se han probado muchos y algunos se han publicitado desde los chats de WhastsApp, hasta algunos portales de Facebooko twitter, como si estuviera comprobada su eficacia.

¿Qué podemos hacer? La prudencia y la buena información son fundamentales, pero también tener claro cuáles son los objetivos a alcanzar.

Si lo que se pretende es atajar la extensión de la epidemia hay que tomar medidas de aislamiento, que en muchos casos, que hasta el momento se manejan y que hasta ahora son las únicas que han demostrado su eficacia, como fue el caso de Wuhan, en China.

La epidemia también tiene efectos positivos sobre la salud, como es la disminución de emisiones de CO2, especialmente en China, que era uno de los grandes emisores.

Algo que sucede en España, por ejemplo es que la mayoría de la población va normalizando la epidemia y hasta el momento se niega a dejarse llevar por el miedo incontrolado, a pesar de la campaña mediática.

En Coahuila, el sistema de salud va respondiendo a las espectativas y trabajando una vez más, cuando hay un serio problema de salud, real o sobredimensionado y es el que labora con una capacidad de respuesta, con el apoyo del sector privado, el cual está al pendiente de la evolución de este tema.

El llamado para todos es la prudencia, la información veraz,  para no caer en pánico.

Punto y aparte.

Este lunes 9 de marzo, las mujeres en nuestro país realizaron una manifestación en el cual lograron “parar” el país, muchas no fueron a laborar,  no consumieron, no salieron, no fueron al café…nada, las calles lucieron vacías y lograron mandar el mensaje: Alto a la violencia contra las mujeres.

“Un día sin nosotras” es una iniciativa impulsada por varias organizaciones sociales que surgió ante la falta de respuesta de las autoridades para frenar la violencia contra las mujeres, los feminicidios, en lo particular.

 

Fue un día histórico.

 

Buen fin de semana largo, para algunos, ¡ánimo!

 

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