Héctor Reyes

El nuevo libro del periodista Bob Woodward, uno de los periodistas que destapó el Watergate (1972), perfila una Casa Blanca llena de asesores alarmados y frustrados que intentan contener a diario los impulsos más extremos del llamado “errático e iracundo” presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en un retrato del Ala Oeste que ha puesto muy enojado al mandatario estadounidense.

La publicación de un adelanto de “Fear: Trump in the White House” (“Miedo: Trump en la Casa Blanca”), que saldrá a la venta el 11 de septiembre, fecha emblemática para los Estados Unidos, sacudió Washington y provocó una enérgica respuesta del presidente, quien tachó la obra de “repugnante”. “No es más que otro mal libro. (Woodward) ha tenido muchos problemas de credibilidad”, dijo este martes Trump en una entrevista con la publicación conservadora The Daily Caller.

El veterano periodista, cuyo trabajo sobre el caso Watergate contribuyó a la dimisión del presidente Richard Nixon (1974), ha explicado que basó su libro en entrevistas con testigos de la Casa Blanca, que hablaron bajo condición de anonimato.

Uno de los temas principales es la supuesta incompetencia de Trump a la hora de lidiar con crisis internacionales, como el presunto ataque químico que las fuerzas leales al presidente de Siria, Bashar el Asad, lanzaron en abril de 2017.

“¡Matémoslo de una puta vez (a Al Asad)! Hagámoslo. Metámonos ahí y matemos a toda esa puta gente (sic)”, exhortó Trump en una conversación telefónica con su secretario de Defensa, James Mattis, según un extracto del libro publicado por el diario The Washington Post.

El jefe del Pentágono respondió que se pondría a ello, pero al colgar el teléfono, le dijo a un asesor que no harían “nada de eso”, y que en cambio organizarían una respuesta “mucho más contenida”: el bombardeo contra una base aérea siria que Trump ordenó finalmente.

Poco después de llegar al poder, el presidente pidió al Pentágono un plan para lanzar un ataque militar “preventivo” sobre Corea del Norte, al tiempo que criticó el alto costo de proteger a Corea del Sur. Mattis salió “exasperado y alarmado” de una reunión con Trump sobre ese tema, y comentó a su círculo cercano que el mandatario había “actuado como un niño de 10 u 11 años”, de acuerdo a Woodward.

El secretario de Defensa, que hasta ahora había logrado mantenerse al margen del drama cotidiano en la Casa Blanca, negó en un comunicado haber pronunciado “nunca” esas “despectivas” palabras sobre Trump, y las atribuyó a la “rica imaginación de alguien”.

Woodward también asegura que el jefe de gabinete de la Casa Blanca, John Kelly, llamó “desequilibrado” a Trump en una ocasión. “Es un idiota. Es inútil tratar de convencerle de cualquier cosa. Va a la deriva. Este es el pueblo de los locos. Ni siquiera sé por qué seguimos aquí ninguno de nosotros. Este es el peor trabajo que he tenido nunca”, lamentó supuestamente Kelly en una reunión.

En un comunicado, Kelly desmintió haber llamado “idiota” a Trump y afirmó que su relación con él es “honesta y sólida”, mientras que la portavoz de la Casa Blanca, Sarah Huckabee Sanders, describió el libro como una colección de “historias inventadas, en su mayoría por empleados insatisfechos, para dejar mal” al presidente.

El volumen también hace hincapié en la brecha entre Trump y el fiscal general de Estados Unidos, Jeff Sessions, a quien el presidente nunca ha perdonado que se apartara de la investigación rusa. “Este tipo es un retrasado mental. Es un tonto de los del sur (de Estados Unidos). Ni siquiera le permitirían ser abogado de tercera en Alabama”, soltó Trump sobre Sessions en una ocasión, indica el libro.

Woodward describe a Gary Cohn, que hasta marzo fue el principal asesor económico de Trump, como un actor fundamental en los intentos para contener al mandatario durante su primer año en el poder.

El año pasado, Cohn “robó una carta” que Trump tenía en su escritorio y que planeaba firmar para retirar a Estados Unidos de un acuerdo comercial con Corea del Sur, y el mandatario no se enteró de ello ni continuó sus esfuerzos para romper el pacto, asegura Woodward.

Cuando, a comienzos de 2017, Trump pidió a su asesor Rob Porter que redactara una carta para retirar a Estados Unidos del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) con México y Canadá, este consultó a Cohn, quien le respondió: “Pararé esto. Le quitaré el papel de su mesa”, apunta el libro.

No es la primera vez que Trump está metido un lío por sus arranques y obsesiones, su popularidad está bajando y en el seno de su círculo más cercano están preocupados por el tema de la Relección, este tema va dar para más, veremos qué pasa.

PUNTO Y APARTE

 

Extraordinaria la columna de esta semana del periodista Pablo Hiriart, donde habla de la situación actual del México en el que vivimos, “En el último informe de Enrique Peña Nieto están las cifras irrebatibles de que no somos un país en ruinas, como de manera perversa lo presentó Morena en su debut de nueva mayoría en el Poder Legislativo.

País en ruinas Venezuela…

Las ruinas que ve el líder de Morena en el Congreso, Mario Delgado, no se corresponden con un país que crea cuatro millones de empleos en un sexenio.

Es perverso hablar de un país en ruinas, cuyo gobierno saliente deja la inflación más baja de los últimos 50 años.

La economía ha crecido en México durante todos los trimestres del presente sexenio, como no ocurría desde el periodo 88-94.

La inversión extranjera alcanzó en el sexenio la cifra récord de 192 mil millones de dólares.

Eso es lo que falto decir hace unos años…lastima.