Oscar Ramírez

El día 20 de noviembre de este año 1910 a partir de las seis de la tarde en adelante, todos los ciudadanos de la Republica mexicana tomaran las armas para arrojar del poder a las autoridades que actualmente gobiernan; los pueblos que estén retirados de las vías de comunicación lo harán dese la víspera: Francisco I Madero; a 5 de octubre de 1910; fragmento del Plan de San Luis.

El conocido como apóstol de la democracia es una figura paradigmática tanto en la historia de la revolución mexicana como en la política nacional del siglo pasado, nacido el 30 de octubre de 1873 en Parras de la Fuente Coahuila. Hijo primogénito de Francisco I Madero y Mercedes González, perteneciente a una de las familias porfiristas de la época más poderosas económicamente, y nieto de Evaristo Madero Elizondo, acaudalado empresario y exgobernador del estado de Coahuila.

Realizo estudios en los Estados Unidos de Norteamérica y Francia, al igual que su padre se preparaba para involucrarse y dirigir los negocios de la familia; sin embargo, consciente del gobierno opresor y de las desigualdades económicas y sociales de su tiempo se interesó en la política, así en el año de 1908 escribió y publico un libro titulado “la sucesión Presidencial”, en donde plasmaba sus opiniones sobre la séptima reelección de Porfirio Diaz Mori; en Europa claro que llamaron su atención  el arte la cultura y la arquitectura, pero sobre todo el “espiritismo” si esta doctrina basada en la en la existencia, las manifestaciones y enseñanzas de los espíritus, adquirió literatura sobre este tema y empezó a visitar centros espiritistas y empieza a desarrollar habilidades de espiritista al grado de con agrado y después de múltiples experimentos se descubre como médium escribiente.

Forma con varios amigos en San Pedro de las colonias Coahuila, un centro espirita; pronto en sus sesiones espirituales, lo empieza a visitar el espíritu de Raúl, su hermano fallecido en su niñez en un trágico accidente; conforme avanzan sus prácticas espirituales se hace presente también el espíritu de llamado ¡José ¡quien, en el año de 1907, le hace una revelación trascendental: estas llamado a prestar servicios importantísimos a la patria, de ti depende liberarla del yugo y de la postración, obtendrás una corona de laurel o de espinas que al igual de tus esfuerzos depende; con esta revelaciones hacia la persona de Francisco I Madero, se gesta la primer revolución social del siglo XX.