Francisco Tobías

Recientemente los economistas han utilizado un nuevo término llamado “desinflación inmaculada”, el cual a pesar de no ser plenamente aceptado por la ciencia económica pareciera que ha llegado para quedarse y tendremos, afortunadamente, que aceptarla.

La desinflación se presenta cuando la inflación empieza a ceder, es decir que sigue existiendo el aumento en los precios, pero estos incrementos son cada vez menores. Para hacer una explicación sencilla podemos decir que la desinflación es cuando la inflación se desinfla, pero sigue estando presente. Generalmente cuando este fenómeno económico, la baja en la inflación se presenta viene acompañada de un aumento en el desempleo. La explicación es sencilla, bueno eso creemos los economistas.

Para que exista una desinflación previamente debió de existir una inflación, las autoridades monetarias, al darse cuenta que los precios están aumentado aplican políticas monetarias restrictivas, para sacar dinero del mercado y la política favorita de este tipo es el aumento en las tasas de interés, de hecho la Fed, siendo el banco central de los Estados Unidos es su autoridad monetaria, subió las tasa de interés desde marzo del 2022, momento en el cual la tasa de interés era del 0.25%, hasta el 5.35% para el mes de julio del 2023, es decir la aumentaron 23 veces su valor inicial por supuesto que estos incrementos en las tasas de interés provocaron una reducción en la inflación, pero esta reducción en la inflación, pero el efecto de la reducción en la inflación no llegaba sola, venia acompañada de un aumento en el desempleo, debido a que los créditos se encarecieron, ocasionando que los consumidores no compraran a crédito y que los empresarios no pidieran créditos para realizar inversiones productivas.

Pues bien, este fenómeno económico ha estado presentándose de una manera distinta en la cual la desinflación está presente, pero ha llegado sola, sin el aumento en el desempleo.

Podemos ver los datos de México, cuya inflación sigue presente pero cada vez ha sido menor, mientras los economistas pudiéramos asegurar que con esta reducción el desempleo aumentaría nos sorprendemos hoy al observar, no sólo en nuestro país sino en muchas otras economías que el nivel de desempleo se ha mantenido con una ligera tendencia hacía la baja.

Históricamente las desinflaciones, que son buenas para la economía y más para nuestros bolsillos, venían “manchadas” con un aumento en el desempleo, algo está sucediendo que el propio mercado, o las políticas económicas han logrado lavar esa mancha. Pareciera que la economía cambia permanentemente como un ser vivo, aunque estos cambios no sean tan perceptibles se están dado y los estamos viviendo. Para nuestra fortuna la ciencia económica tal vez es la ciencia más inexacta y los economistas podemos seguir agregando palabras a nuestro léxico como el término “desinflación inmaculada”.