Francisco Tobías

Según el Consejo Nacional de Evaluación de las Políticas de Desarrollo Social, mejor conocido como CONEVAL, “La pobreza es un fenómeno multidimensional que comprende aspectos relacionados con las condiciones de vida que vulneran la dignidad de las personas, limitan sus derechos y libertades fundamentales, impiden la satisfacción de sus necesidades básicas e imposibilitan su plena integración social”.  Es decir, no es únicamente un tema de dinero, de solvencia económica, sino se es pobre cuando no se pueden satisfacer ciertas necesidades básicas.

México fue el primer país en el mundo que midió la pobreza considerando distintos indicadores, 8 actualmente siendo estos: el ingreso, el rezago educativo, el acceso a la salud, el grado de cohesión social, el acceso a la seguridad social, la calidad y espacios en las viviendas, el acceso a carreteras pavimentadas, así como los accesos a la alimentación y a los servicios básicos en las viviendas.

El CONEVAL utiliza en sus mediciones datos oficiales proporcionados por el INEGI. Recientemente publicaron las estimaciones de la medición de pobreza multidimensional 2022, en la cual se afirma que la pobreza en México se ha reducido en un 5.6%, pasando de casi 52 millones de mexicanos en el 2018 a 46.8 millones para el 2022, en situación de pobreza.

Del 2018 al 2022 casi dos millones de mexicanos lograron vencer las carencias de sus viviendas y los espacios en las mismas, para pasar de 11 a 9.1 millones de mexicanos con dicha carencia.

En lo que se refiere al acceso de servicios básicos en las viviendas, es decir, que éstas cuenten con agua, drenaje, energía eléctrica y algún combustible para cocinar, sea por ejemplo gas o leña, la reducción de mexicanos que lograron satisfacer esta carencia sólo se redujo en 100 mil, del 2020 al 2022 pasando de 17.9 a 17.8 millones. 

En 4 años del 2018 al 2022, 4 millones de mexicanos más lograron tener acceso a una alimentación nutritiva y de calidad según el mismo estudio de la CONEVAL.

Es cierto que la cantidad de pobres por ingresos se redujo casi 5.5 millones de mexicanos y en pobreza extrema por ingreso en poco menos de 2 millones del 2018 al 2022 sin embargo también se afirma en el propio análisis que en el mismo periodo hay un aumento de  4.7 millones de mexicanos que cuentan por los menos con 3 carencias sociales, es decir que no tienen acceso, por lo menos a 3 de los siguientes servicios; salud, seguridad social, calidad en la vivienda, servicios básicos en las viviendas y/o acceso a alimentación nutritiva y de calidad. Aunado a ello en el 2022 había 3 millones de mexicanos, respecto al 2018 que eran vulnerables por las carencias sociales. Lo más crítico de este estudio es el aumento en el rezago educativo con 400 mil mexicanos más rezagados.

Este último aspecto, el educativo, pasa casi inadvertido sin embargo es a mediano y largo plazo el más importante para vencer la pobreza, pues un elemento trascendental, en cualquier parte de mundo, para salir de la pobreza es la oportunidad al estudio. Siendo la educación el principal motor del crecimiento, del desarrollo, del bienestar de cualquier economía. Es cierto que la educación por sí sola no garantiza el abatimiento de la pobreza, pero es cierto que sin educación la pobreza no puede abatirse.

Muhammad Yunus economista bangladesí, premio nobel de la paz señalo que “La pobreza no la crea la gente pobre. Ésta es producto del sistema que hemos creado, por ende, hay que cambiar los modelos y conceptos rígidos de nuestra sociedad”, por supuesto que el socialismo no es el camino, pero el mejor comienzo es la inversión en la educación.