Francisco Tobías

En la pasada cumbre de los líderes de América del Norte se estableció un comité trinacional, con 12 integrantes, para implementar una política económica conocida como “el modelo de sustitución de importaciones”.

Este modelo no es una política reciente o nueva, incluso en México durante la década de los 40´s del siglo pasado se inició su aplicación, durante el mandato del presidente Manuel Ávila Camacho, logrando resultados muy positivos y alentadores, de hecho, fue la política que logró detonar la industrialización del país. En la sustitución de importaciones se buscó y logró que, dentro de nuestro país, se produjeran ciertas mercancías que eran importadas, para con ello lograr, inversiones, aumentos la producción, generación de empleo, incrementos al consumo, logrando un crecimiento y desarrollo de la economía de nuestro país. Durante ese periodo, de casi 40 años, el gobierno federal brindó una serie de subsidios a la industria nacional, además de colocar barreras a los productos de procedencia extranjera, es decir aplicó, lo economistas llamamos políticas proteccionistas. De hecho, durante poco más de la mitad del tiempo en el cual se aplicó este modelo económico vivimos una etapa (1954-1970) conocida como el milagro mexicano.

Ante el avance de China, como la mayor potencia económica del orbe y convirtiéndose en la “fábrica del mundo”, el presidente mexicano propuso la aplicación, por supuesto con ciertas adaptaciones y ajustes, del modelo de sustitución de importaciones para América del Norte. En el cual se buscará que aquellos productos, ya sean insumos o para consumo final que se importan desde el gigante asiático, sean producidos en alguno de los países del norte de nuestro continente.

Por supuesto que al lograrse la aplicación del modelo de sustitución de importaciones “reload”, la economía mexicana y el bolsillo de los mexicanos obtendrán grandes beneficios, sin embargo, es importante aclarar que no será de manera inmediata pues, se requiere, primero que el comité trinacional se ponga de acuerdo después, una serie de grandes inversiones, como lo podría ser en la industria de los chips, cuyo mercado para el 2023 se tiene calculado que será de 596 mil millones de dólares, además de inversiones gubernamentales en las vías de comunicación, y por supuesto ajustes y mejoras en el modelo educativo.

El modelo de sustitución de importaciones “reload” será, en caso de aplicarse, la gran oportunidad para la economía mexicana, de reinventarse, de reindustrializarse y por supuesto de lograr además crecimiento, desarrollo económico para los mexicanos, siempre y se haga de la mano de los empresarios, quienes generarán los empleos y junto a los trabajadores quienes aportarán lo más importante, la mano de obra.