Francisco Tobías

Otra vez la Junta de Gobierno del Banco de México aumentó la tasa de interés de referencia, para ubicarla en 7.75%. A este tipo de políticas económicas se les conoce como políticas monetarias restrictivas, ya que buscan retirar dinero del mercado y así poder controlar el aumento en los precios.

La explicación es que cuando existe mucho dinero en las manos de los consumidores, éstos por lógica consumen una mayor cantidad de mercancías, provocando que estas se escaseen y por ende el precio aumente, por ello la autoridad monetaria al incrementar la tasa de interés provoca por un lado que los créditos sean más caros inhibiendo el consumo a crédito y además el inversionista prefiera realizar la inversión de manera financiera.

Los precios han aumentado de manera exorbitante, como no se había experimentado en los últimos 30 años, no sólo en México sino en la mayoría de las económicas del orbe. Los motivos de este fenómeno económico, principalmente se deben a dos factores, el primero fue el paro económico mundial que “sacudió” al mundo por cuestiones de la pandemia del Covid-19, y es que la cuarentena provocó escases de materias primas y mercancías causando estragos en las líneas de producción cuando se intentó reactivarlas; el segundo factor que ha provocado la inflación es la guerra entre Ucrania y Rusia, conflicto bélico que ha encarecido alimentos,  fertilizantes, además de petróleo y sus derivados.

Sin un acompañamiento fiscal y de incentivos para las inversiones esta política monetaria, que busca controlar la inflación, ocasionará una recesión para finales del 2022, ya que, al contraerse la demanda, la inversión y la generación de empleos tendrán la misma ruta, ocasionando así desempleo.

Por el momento parece ser que no es tiempo de comprar a crédito, y si lo va a hacer cerciorase que sea a tasa fija, en caso de contar con un crédito a tasa variable la recomendación es pagarlo lo antes posible.

Pareciera que todo tiene un precio, el precio del dinero es la tasa de interés, y por increíble que parezca se busca que, aumentando el precio del dinero, el precio de las mercancías no siga aumentando.