Francisco Tobías

En la ciencia económica los indicadores representan un papel muy importante para el análisis correcto las situaciones o fenómenos a partir de ahí tomar las decisiones correctas, aplicando políticas y poder resolver el problema del desequilibrio en los mercados, al fin de cuentas las complicaciones económicas son desajustes que se producen en los mercados.

El PIB per cápita es el índice macroeconómico que refleja el ingreso promedio de cada habitante de una economía. En palabras llanas, sería el resultado si dividimos todo el PIB de un país entre sus habitantes. Este indicador intenta mostrar el nivel de bienestar en el que se vive.

Los economistas que están contra este indicador señalan que al realizar este cálculo no se consideran factores importantes en la economía como lo es la desigualdad en la distribución del ingreso, el sistema de salud o la educación. Sin embargo, según el INEGI, es utilizado de manera muy frecuente “para conocer y comparar el crecimiento económico de un país, ya que la calidad de vida de la población generalmente mejora cuando el PIB per cápita aumenta”.

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), la cual es una institución internacional en la cual participan 35 países, incluido México, y que tiene la finalidad de diseñar políticas para una vida mejor, favoreciendo la igualdad, prosperidad, bienestar y oportunidades de los individuos. Esta organización, con 60 años de vida, conjunta esfuerzo de los gobiernos y de los ciudadanos para proponer soluciones a distintos retos como los ambientales, sociales y económicos.

Hace poco tiempo esta organización realizó un análisis del PIB per cápita, del 4º trimestre del 2018 al mismo periodo del 2021, para 38 países, además de la Euro área, las 7 economías más grande, el promedio de los países integrantes de la OCDE y la Unión Europea.

Sobre salen datos muy interesantes y uno excesivamente preocupante. El país que ha tenido el mayor crecimiento en el PIB per cápita es Irlanda, logrando crecer en este lapso un 17.9%, seguido de Turquía quien creció 17.1%. Estados Unidos, la economía hasta el momento más grande del orbe logró crecer un 4.8%, debajo de países latinoamericanos como Colombia quien logro acrecentar un 7% o bien Costa Rica con un aumento del 6% en su PIB per cápita.

Mientras que el incremento en el PIB Per cápita promedio de las 7 economías más grandes de mundo fue de sólo 2.3%, logrando el promedio de los países integrantes de la OCDE colocarse ligeramente por arriba de esa media con un promedio de 2.5%. Por su parte la República Checa obtuvo el crecimiento más bajo de las economías analizadas, con un 0.4%.

El Reino Unido, desde el 4º trimestre del 2018 al 4º trimestre del 2021 sufrió una reducción del 0.3% del ingreso promedio nacional, seguido de otras grandes economías como la Alemana, Canadá y Japón.

Como dato alarmante es el decrecimiento del PIB per cápita mexicano, siendo el país o economía peor evaluada en este rubro con un decrecimiento del 7%.

Si al realizar el análisis de un promedio, al fin de cuentas el PIB per cápita eso es, podemos observar que vamos por un rumbo “poco” satisfactorio, y las políticas económicas siguen por ese mismo rumbo, el destino será “nada” satisfactorio.

Las señales son claras, la inflación sube, la producción baja, las garantías jurídicas se desvanecen, la poca obra gubernamental es improductiva y el PIB per cápita se desploma. Algo correcto falta por hacer.