Francisco Tobías

En medio de una escalada de intentos diplomáticos para evitar una guerra militar entre Ucrania y Rusia, en la cual se involucrarían a la OTAN, de hecho el origen de este posible conflicto armado es la incorporación de Ucrania a la Organización del Tratado del Atlántico Norte, recordemos que la antigua URSS tenia la contrapropuesta con el Pacto de Varsovia, debemos de analizar las consecuencias económicas que esto conlleva.

Estados Unidos, integrante de la OTAN, ha señalado que su gobierno reaccionará rápido y de manera contundente ante una invasión rusa a Ucrania, en el ámbito militar y económico, de hecho el Presidente Biden convocó al consejo de seguridad de ese país por la crisis en Ucrania, por su parte la OTAN ha declarado que existe una posibilidad de un ataque total por parte de Rusia hacia Ucrania, mientras tanto el Kremlin anuncio un retiro de tropas de la frontera entre ambos países y Putin ha mostrado su fuerza en armamento nuclear  al lanzar ejercicios militares con este tipo de armamento.

México se encuentra a más de 11 mil kilómetros de distancia del conflicto, sin embargo, de iniciar una guerra tendremos que afrontar consecuencias económicas que definitivamente golpearan el bolsillo de los mexicanos.

El primer efecto negativo para la economía de los hogares será el aumento en el precio del petróleo que generará un incremento en el precio de la gasolina, provocando a la vez una mayor inflación, encareciendo aún más los precios de las mercancías. Para el 15 de febrero el precio del barril de la mezcla mexicana del petróleo estaba a un precio de 85.71 dólares norteamericanos, monto que ha ido aumentado, y se prevé que al detonarse la guerra el precio subirá hasta 130 dólares por barril. Claro la gasolina aumentará. El primer factor de incremento de precios, de inflación, es el señalado, pero además debemos de tener en cuenta que las tasas de interés, impulsadas por las políticas de la Fed, se están incrementando, sin olvidar que en la tierra mexicana hemos experimentado la tasa de inflación más alta de los últimos 30 años y la que pareciera que no cederá en el corto plazo.

Estas tres consecuencias económicas generarían una crisis en nuestro país, si es que el gobierno federal no actúa rápido, ya que al incrementarse los precios de una manera brusca y rápida la producción se reduciría, provocando desempleo además de pasar al siguiente nivel, negativo, de la estanflación, es decir una crisis.

Sólo imaginemos, por un lado, el costo para trasladar la mercancía ya sea por aire, tierra o mar será más costoso, de hecho, podría ser un aumento mayor al 100% respecto a febrero del 2021, cuando el precio del barril costaba 58.60 dólares. Pero si además del aumento en el precio de la gasolina, que provoca aumento en los pecios de los productos finales, consideramos que las tasas de interés aumentarán, provocando que también el precio del dinero aumente, generando una reducción en la inversión directa, afectando también el consumo y este al empleo.

Y al incluir en este comentario el mercado cambiario, el precio del dólar aumentará generando con ello que el precio de las mercancías que se utilizan en la producción y también finales aumenten un poco más, así es provocando aun una inflación mayor.

Lo preocupante no es lo que se vislumbra en un futuro muy cercano si estalla la guerra Rusia – OTAN, lo preocupante es que no se ve un plan del gobierno federal para hacer frente a esta situación que nos afectará a todos lo mexicanos, pero puede pasar algo peor, que el señor de las mañanas hablé sobre el tema y muestre su apoyo a Putin.

Podrían presentarse cambios geopolíticos muy rápido, estamos en la antesala de una nueva guerra fría.