Francisco Tobías

El señor presidente firmó un decreto mediante el cual, en 10 estados, Coahuila incluido, se podrán regularizar vehículos ilegales de procedencia extranjera.

Esta acción gubernamental tendrá efectos positivos y negativos para la economía y por ende para los mexicanos.

Los grandes ganadores serán por supuesto los propietarios de autos “chocolates” quienes, al cumplir ciertos requisitos, nada restrictivos, contarán con la documentación que les dará estancia legal a sus vehículos en nuestro país.

Estas familias mexicanas incrementan el valor de su patrimonio, pues sus vehículos eran ilegales tenían un precio menor al real mercado, pero al regularizarlo el precio de éstos aumentará. Supongamos que ciertos ciudadanos tienen un auto de los que llamamos “chocolate” con un precio de $30,000; este comprador realiza sus trámites y el pago para regularizar el vehículo al contar ya con papeles que le dan legal estancia en nuestro país, su precio no será de $30,000 si no un precio mayor.

Por el lado opuesto, es decir, de los perdedores por este decreto presidencial hay una cantidad mucho mayor de mexicanos.

Los primeros en perder, otra vez, será a clase media, quienes con esfuerzo la inmensa mayoría adquirirá a crédito un auto nuevo o usado, el valor o precio de este vehículo legal se reducirá por cuestiones de mercado y es que, al regularizar vehículos, la oferta de autos legales aumentará provocando con ello, que los precios de autos usados se reduzcan. Es decir, que si usted tiene actualmente un carro modelo 2013 cuyo valor hoy es de $100,000 al regularizar los autos “chocolates”, su carro ya no valdrá $100,000 si no tal vez $85,000-80,000 pesos.

Además, hay un sector económico que perderá no en el valor de su patrimonio, sino que podrá perder su empleo. En el 2021 se produjeron 2,979,276 autos nuevos en nuestro país, de los cuales 1,019,691 fueron comercializados en territorio nacional, muy inferior a los 18,000,000 de autos ilegales que circulan en nuestro país, según la ley de ingresos de la Federación de la Cámara de Diputados.

Millones de trabajadores en México, poco más del 10%, 6,000,000 de éstos están enfocados en el sector automotriz, una cantidad de trabajadores verán amenazado su empleo, pues al regularizarse los vehículos ilegales se podría frenar la producción de autos nuevos por casi 6 años.

La Presidencia de la República pretende manejar un argumento de seguridad al señalar que con la regularización de estos autos se podrá frenar los crímenes en nuestro país, pues un gran porcentaje de estos vehículos son usados en crímenes, dicho argumento pierde valor cuando lo que debería hacer la autoridad es confiscar todos los autos ilegales en nuestro país por estar actualmente fuera de la ley.

Definitivamente habrá ganadores y perdedores en el mercado y en la economía, a un costo demasiado alto, bien pareciera que AMLO recuerda la frase de Napoleón; “Un chocolate, bien vale la pena”, ¿o no era así?