Francisco Tobías

Se han encontrado recientemente grandes yacimientos de litio en el territorio mexicano, a pesar que desde hace pocos años su explotación se realiza por medio de la iniciativa privada, se acaba de proponer en la cámara de diputados que la explotación de este valioso mineral sea solamente realizada por el Estado mexicano.

El litio es un mineral que se utiliza principalmente para la elaboración de batería recargables, las cuales se encuentran ya en un sinfín de artículos electrónicos como los teléfonos inteligentes, sin embargo, su uso y por supuesto cotización se está elevando demasiado gracias a que día a día existe mayor demanda de vehículos eléctricos, los cuales utilizan este hoy este “precioso” mineral en sus baterías recargables. Pareciera que el descubrimiento de estos yacimientos en México, literalmente, nos cayó como anillo al dedo, debido a la cada vez menor demanda de petróleo. Por lo que podemos percibir en el corto plazo un “TRADE off” entre el consumo del petróleo respecto al del litio, es decir que cada vez se consumirá menor petróleo, pero a la vez el consumo del litio se incrementará. Y con el incremento del consumo o de su demanda el precio corre la misma suerte, pues en los últimos 12 meses el precio de la tonelada de este mineral “precioso” se ha incrementado en un 224 por ciento.

El señor presidente señaló y cito textual: "Se establece para la explotación de litio que solo va a poder hacerlo la nación. Es decir, el litio, todo el mineral del litio que hay en el subsuelo de la patria es de los mexicanos". Pareciera que el refrán del filósofo español George Santayana está a punto de repetirse, pues este novelista español fue quien acuñó la frase: “Aquellos que no pueden recordar el pasado están condenados a repetirlo”.

Basta con recordar la abundancia prometida por el entonces presidente de la República José López Portillo, abundancia petrolera que no supimos administrar y que hoy ha provocado que la empresa paraestatal más importante, y que hace poco generaba los mayores ingresos para México, se encuentre al borde del precipicio financiero con una deuda de poco más de 115 mil millones de dólares.

Es cierto que el petróleo es de los mexicanos, pero ¿qué beneficio nos ha generado? Y vaya que en lo personal estoy a favor de la intervención del estado en el mercado, sin embargo, es correcto reconocer que Petróleos Mexicanos se ha convertido en un problema económico para nuestro país y por supuesto para los mexicanos.

En el año de 1982 el gobierno tenía bajo su administración 1,155 empresas las cuales en su inmensa mayoría además de reportar pérdidas económicas mostraban ineficiencia, ineficacia y mala calidad en sus mercancías.

Existe la posibilidad de las empresas paraestatales las cuales han dado muchos ejemplos positivos, como el caso de AGSAL en Saltillo, o bien el mismo Fondo de Cultura Económica, donde los gobiernos logran realizar inversiones conjuntas con la iniciativa privada, ya sea nacional o extranjera para obtener, por supuesto, beneficios económicos y para poder satisfacer necesidades de la ciudadanía con las utilidades que le corresponde al gobierno.

Además, ¿cuánto tiempo se tardará el gobierno en planear, organizar y poner en marcha a “LitioMex”? Acaso no es más sencillo, fácil y rápido apoyarse técnicamente y financieramente con empresas nacionales y/o extranjeras que sean especialistas.

¿De qué sirve que el petróleo sea nuestro si no obtenemos ni un solo beneficio de ello?, ¿de qué servirá que el litio sólo sea extraído por el gobierno? Cuando hay evidencia de casos muy exitosos de empresas paraestatales.