Francisco Tobías

La economía mexicana ha encontrado alivio en las políticas económicas aplicadas por el gobierno de Biden, en los Estados Unidos. El realizar un gasto de 1.9 billones de dólares norteamericanos, por parte de ese gobierno ha generado beneficios no sólo para ellos sino ha tenido efectos colaterales, algunos favorables otros negativos hacia el resto del mundo, por supuesto incluyendo México.

¿Qué tan grande es el presupuesto para la reactivación económica estadounidense? Para ubicarnos en la dimensión sólo bastaría mencionar que el PIB mexicanos del 2020, si todo lo que se produjo en bienes y servicios dentro de todo el territorio nacional durante el 2020 fue de 1.04 billones de dólares, es decir que el gobierno emanado del Partido Demócrata esta gastando en su programa de reactivación económica más del 182 por ciento de lo que produjimos durante todo el 2020 aquí en México.

Gracias a esto los habitantes de aquel país pudieron incrementar su demanda, es decir aumentaron sus compras, provocando varios efectos positivos, como el de satisfacer sus necesidades, la generación de empleos, el incremento de la inversión y hasta del ahorro. Sin embargo, estos beneficios han cruzado su frontera y han tenido, en un principio, eco positivo en México. Ya que las empresas norteamericanas, instaladas en aquel país, de manera inmediata tuvieron que contratar mano de obra calificada y hasta no calificada para poder hacer frente al incremento en la demanda, recontratándose a los trabajadores mexicanos que ya se encontraban en aquel país. Además, gracias a esta reactivación económica muchos trabajadores nacionales migraron y migrarán hacia aquel país buscando empleos.

De ahí que hemos tenido, como economía mexicana, un incremento altísimo en la recepción de remesas, monto que mes a mes seguirá aumentando.

Hay otros efectos positivos que esta generando el plan de reactivación económica de los EUA como lo es la propia reactivación en la producción manufacturera en nuestro país.

Sin embargo, estos beneficios provocarán algunos efectos negativos como los es la mayor exportación de mano de obra hacia los Estado Unidos, una mayor dependencia de nuestra economía a la del país anglosajón, además de que importaremos su inflación.

Lo más preocupante es que puede existir una molestia “casi silenciosa”, que durante un tiempo el presidente Trump la manifestó, me refiero al peligro que corremos si el gobierno norteamericano, hoy o en un futuro, decide gravar las remesas. Y es que tiene algo de lógica, el dinero que envían los trabajadores mexicanos desde los Estados Unidos no es más que una salida de capitales, se tiene estimado que durante todo el 2021 las remesas alcancen un monto de 49 mil 400 millones de dólares.

Estamos cerca de la aún economía del mundo, muchos de los beneficios de sus políticas económicas nos benefician, pero sus efectos negativos también tienen repercusiones sobre nuestra economía y desafortunadamente no se ven políticas económicas que eviten una mayor dependencia a la economía norteamericana de la cual lo peor que nos puede suceder es una ruptura comercial.