Francisco Tobías

La teoría de juegos es una herramienta que analiza como se comportan los individuos al tomar decisiones, entendiendo  que cada participante al revisar las decisiones que tomará, considerará las posibles decisiones del resto de los participantes. 

A pesar de que la teoría de juegos, es algo muy reciente, sus bases las desarrollaron principalmente Nash, Von Neumann y Morgenstern en las décadas de los 40´s y 50´s del siglo pasado. En sus inicios se desarrolló para comprender mejor al mercado, hoy en día esta herramienta es utilizada en un sin fin de ámbitos, como lo es la biología, la filosofía, en sistemas computacionales, por supuesto en la industria y evidentemente en la política. Existen muchos modelos para aplicar la teoría de juegos, el más famoso es el dilema del prisionero, pero hoy les platicaré sobre el modelo “halcón – paloma”, y lo que pudiera ser su aplicación entre el Presidente López Obrador y el recién electo Joe Biden.

El modelo del “hacón – paloma”, establece que los tomadores de decisiones pueden comportarse de dos maneras; como un “halcón”, él cual atacan siempre hasta que el otro se retira o resulta herido; y la “paloma” este comportamiento es de prudencia, ya que después de farolear, cuando el otro participante ataca, se retira para evitar cualquier daño.

Después del triunfo presidencial norteamericano, Joe Biden empezó a recibir una cascada de felicitaciones, de los líderes de diversas naciones, lo cual es hasta lógico y diplomático, sin embargo el Presidente Andres Manuel López Obrador, señaló que no felicitará a quien será el líder de la potencia económica y militar más grande del mundo y quien encabezará el gobierno del país más importante para México, por su estrecha relación, hasta que su triunfo fuera oficial, es decir hasta el 14 de diciembre.

El presidente mexicano, más allá de tratar de darle oxigeno a Trump, se está comportando como un halcón o por lo menos “farolea” al comportarse de esa manera, por su parte el presidente electo Joe Biden, se comporta como una paloma, al decirse sorprendido por la llamada que no ha llegado desde el Palacio Nacional en México, un silencio que se ha vuelto incomdo.

Para esta situación diplomática si un jugador mantiene la estrategia halcón y el otro elige ser paloma, el “halcón” triunfa y la “paloma” será vencida. Pero lo peor para ambos se presenta al momento en que ambos jugadores, o tomadores de decisiones se aferran a la estrategia “halcón”. Andrés Manuel se está comportado como“halcón”, pero definitivamente el presdente electo norteamericano es un “halcón”, tal vez disfrazado de“paloma”, pero“halcón”. 

Deseando que ambas estrategías, ambos comportamientos den como resultado el equilibrio de Nash, por el bien de ambos países, aunque sinceramente más por nosotros que por ellos.