Francisco Tobías

En esta ocasión te platico que allá por el 10 de enero de 1697 se dio la violencia por estos lares: Miguel de San Miguel fue herido, a la altura de la axila, por Juan Farías con un arma blanca. Testigos cuentan que las peleas entre agresor y agredido habían sido frecuentes en los días anteriores al suceso que ahora te narro. No se supo a ciencia cierta el motivo de las riñas que mantuvieron preocupados a los habitantes de la bella ciudad de Saltillo cuando aún era villa.

A pesar del silencio y de la confusión sobre la razón que ocasionó las peleas que terminaron en esta última, en la cual Miguel resultó herido, las malas lenguas comentan que Juan insultó en reiteradas ocasiones a la esposa del afectado. Las investigaciones llegaron a otro residente de la villa llamado Juan Linares, quien confirmó lo dicho por las lenguas antes referidas, aunque lo cierto es que no tenemos la certeza.

Juan Linares declaró bajo juramento de decir la verdad que días antes vio cómo su tocayo de apellido Farías se acercó al caballo que Miguel montaba, en el cual también viajaba su mujer. Le dijo algo en voz baja y Linares no alcanzó a percatarse cuáles fueron exactamente esas palabras que molestaron tanto a Miguel.

Las especulaciones no se hicieron esperar, que si la mujer de uno, que si la esposa de otro; que uno faltó al respeto a uno o que el otro al uno. Cada quien sacaba sus conclusiones y culpaba a quien mal le caía, o bien justificaba a quien creía que tenía la razón.

La única verdad es que Miguel terminó herido y los motivos nada más él, su esposa y Juan los supieron. Y aunque no se conoció la verdadera razón de las rencillas que terminaron en tal violencia y que puso el alma en un vilo de los habitantes de Saltillo, todo hace suponer que se trató de una cuestión de honor.

Miguel sanó, y el pleito al parecer cesó. Seguiré investigando y si hay algo interesante que contar sobre este episodio lo platicaré en otra Cápsula Sarapera. Por lo pronto, recordemos esta anécdota de aquel pequeño Saltillo que forma parte ya de nuestro pasado.