Francisco Tobías

En esta ocasión te platico de don Armando Martínez Castellanos, quien nació en esta bella ciudad de Saltillo hace ya más 77 años en la calle de Maclovio Herrera.

Desde hace 64 años don Armando desempeña el oficio de sastre saquero, trabajo que aprendió de su cuñado Osvaldo Suárez a mediados del siglo pasado. Durante un periodo de su vida tuvo que trasladarse a la Ciudad de México para buscar mejores oportunidades laborales y mejores ingresos familiares, pero el cariño por su patria chica, Saltillo, hizo que regresara a esta hermosa tierra.

Su primera lección en el oficio de sastre duró tres días, en los cuales aprendió a utilizar el dedal de una manera muy peculiar, pues lo mantuvo amarrado entre los dedos, para así poder acostumbrarse. Esto, cuando Armando solo contaba con la edad de 13 años.

Su primera chamba fue la elaboración de un pantalón que hizo para su hermano Carlos y su primer sueldo fue de 50 centavos, salario que devengaba de manera semanal. De ellos, la mitad era para los gastos de la casa que le entregaba puntualmente a su mamá y el resto para él.

Don Armando recuerda que el primer traje que hizo fue para al relojero Jesús Dávila.

En una ocasión, al inicio de su vida laboral, le preguntó, de manera rebelde, a su madre: “¿Por qué me quitas la mitad de mi sueldo?”, y ella le contestó: “Para que tengas derecho a comer. No trabajas, no comes”. 

Actualmente ubicado en la calle de Abasolo donde casi topa Otilio González, le enseñó a sus hijos, Fernando, Marcos y Jaime, este noble oficio. (Por cierto, tampoco ellos se libraron del dedal amarrado).

Cuando le pregunté qué fue lo que más le agradó de haber aprendido el oficio de sastre, me contestó: “No, si no me gustaba. Yo quería ser músico”. Oficio que se le negó, por la necesidad imperante que tenía de trabajar, pero afirma que con el tiempo le agarró cariño a esta ocupación. Un trabajo que siempre ha desempeñado con las famosas máquinas de coser Singer.

Si tienes problemas con tu pantalón, traje o saco, ven con don Armando. La experiencia de más 64 años avalan su trabajo. En verdad, si alguien sabe de sastrería en Saltillo es don Armando, un Saltillense como muchos que tenemos y que vale la pena presumir.