Francisco Treviño Aguirre

La tecnología ha avanzado mucho desde que los humanos primitivos descubrieron por primera vez que podían usar piedras afiladas para cortar y dividir cosas. Hoy en día, es imposible vivir sin tecnología. Algunos de los avances tecnológicos que estamos viendo hoy parecían ser increíbles hace apenas unas décadas. Los algoritmos y los sistemas de inteligencia artificial que responden a nuestras consultas en páginas web y redes sociales, los sistemas de inteligencia artificial que brindan asesoría legal gratuita y los autos autónomos son ejemplos maravillosos del alto nivel de avance tecnológico que tenemos los seres humanos.

Todas estas tecnologías han hecho a las personas mucho más productivas y han brindado niveles de comodidad inimaginables. A pesar de todos los beneficios que ha traído el avance tecnológico, la automatización de trabajos a través de robots y sistemas inteligentes también representa una gran amenaza: el desempleo masivo. Si todos los vehículos se vuelven autónomos, ¿qué harán los millones de personas que trabajan como conductores para ganarse la vida? Los trabajadores del conocimiento no escaparán. Recientemente, el Director General de Deutsche Bank predijo que la mitad de sus 97 mil empleados podrían ser reemplazados por robots.

Por otro lado, una encuesta reveló que el 39 por ciento de los empleos en el sector legal podrían automatizarse en los próximos 10 años. Investigaciones independientes han encontrado que en el futuro, los contadores tienen un 95 por ciento más de probabilidades de perder sus puestos de trabajo en la automatización. Si los robots comienzan a servirnos en los restaurantes, ¿cómo se ganarán la vida los millones de personas que trabajan en la industria de los alimentos? Si la automatización se hace cargo del trabajo realizado por banqueros, operarios de fábricas, médicos, abogados y millones de personas, ¿qué harán los humanos para ganarse la vida? La idea de que la tecnología quita todos nuestros trabajos puede parecer algo que está a décadas de distancia, pero está mucho más cerca de lo que se piensa. Recientemente, el titán emprendedor Elon Musk dijo que las máquinas son “la mayor amenaza existencial de la humanidad”.

Puede ser una visión muy sombría del futuro, pero ahora la más importante para los líderes corporativos es evitar el error catastrófico de ignorar cómo las personas se verán afectadas. Los rápidos avances tecnológicos llevarán a muchos puestos de trabajo a ser operados por máquinas, robots y sistemas artificialmente inteligentes, sin embargo, esto no conducirá a una pérdida masiva de puestos de trabajo para los seres humanos, lo que si sucederá es un cambio en la naturaleza de las actividades. Al asumir trabajos manuales y basados ​​en procesos de tareas repetitivas, la automatización liberará a los humanos para que puedan centrarse en los trabajos que requieren creatividad, imaginación y estrategia. Se dejará por un lado las actividades que representen riesgos o trabajos manuales para dar paso a la era de la creatividad.

@pacotrevinoa

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