Francisco Treviño Aguirre

Nuestro país es un de los principales destinos para turistas de Estados Unidos, Canadá y Reino Unido, países donde el idioma oficial es el inglés, pero tristemente solamente un porcentaje muy bajo de la población en México habla este idioma. Algunos analistas mencionan que solo el 10 por ciento de los mexicanos pueden tener una conversación básica, mientras que quienes pueden mantener una conversación fluida, es menos del 1 por ciento (se habla de 500 mil mexicanos en una población donde somos 120 millones de habitantes).

En este sentido, sobresalen los destinos turísticos como aquellos lugares donde la población tiene mayor dominio de este idioma, seguido de las ciudades con mayor desarrollo industrial como Monterrey, Guadalajara y Ciudad de México. Según el Índice del Dominio del inglés de Education First del 2021, ocupamos el lugar 92 de 112 naciones clasificadas, colocándonos en la última posición de los países Latinoamericanos.

Considerando que México es un destino turístico por excelencia y un país muy atractivo para la llegada de inversiones internacionales, donde la gran mayoría provienen de Estados Unidos, la barrera del idioma es en ocasiones un impedimento para que quienes aspiran a colocarse en alguna posición importante en dichas empresas lo puedan hacer. Aquí la pregunta es, ¿Por qué en las instituciones de educación básica no se fomenta el aprendizaje del inglés como una parte fundamental de las materias básicas?

No estamos hablando solamente de la educación pública, también las instituciones privadas necesitan fortalecer el inglés no solo como una materia más, sino como parte de un plan de estudios que permitan a los estudiantes contar con un nivel aceptable para que durante su vida estudiantil se siga fortaleciendo. Existen muchas aristas que van desde la desmotivación por parte del estudiante, hasta el poco interés de algunos maestros para que los alumnos aprendan. No estamos generalizando, ya que hay estudiantes que realmente se esfuerzan por aprender y maestros con gran vocación de servicio, que, pese a muchas limitaciones en sus centros de trabajo, logran formar excelentes estudiantes.

Hace algunos años, el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) llevó a cabo una propuesta de agenda nacional llamada ingles es posible, donde participaron organismos e instituciones nacionales e internacionales donde se menciona que el dominio del inglés puede llegar a favorecer la calidad de vida de la población y mejorar la competitividad de las empresas mexicanas, al incrementar la participación tanto de la sociedad como del sector productivo en un entorno global. Para alcanzar estos objetivos es importante crear un trinomio entre la iniciativa privada, el sector educativo y el gobierno, donde se impulsen desde la educación básica e intermedia el aprendizaje de inglés y se tomen las mejores prácticas llevadas a cabo en otros países que han logrado sobresalir en este tema.

Si en nuestro país se logró salir adelante en la pandemia con clases en línea pese a las grandes limitaciones que existen en materia de tecnología, es posible llevar a cabo un proyecto de nación para impulsar que más mexicanos puedan dominar el inglés. No es cuestión de ser fifís o no, el idioma inglés es una herramienta básica para competir en un mundo cada vez mas globalizado, y quien tenga esta llave, será capaz de abrir más puertas.

Twitter: @pacotrevinoa