Francisco Treviño Aguirre

La invasión rusa de Ucrania ha sacudido muchas suposiciones occidentales sobre los cimientos de la paz en Europa. Entre otras cosas, ha renovado el enfoque de los responsables políticos en la dependencia energética como un tema estratégico clave. Estados Unidos anunció recientemente una prohibición inmediata de las importaciones de petróleo y gas rusos, mientras que el Reino Unido y la Unión Europea se comprometieron a frenarlas más gradualmente. La razón es clara: castigar a Rusia, reducir su influencia y restaurar la paz en Ucrania. Pero las decisiones actuales favorecen el mercado de los combustibles fósiles sobre la energía renovable, lo que podría asegurar un futuro mucho menos pacífico.

Algunos países occidentales han incrementado su dependencia sobre el petróleo y el gas rusos en los últimos años, por lo que la decisión de recortar no fue fácil. Pero la decisión más grande y difícil que enfrentan los gobiernos de estos países es cómo reducir su dependencia general de los combustibles fósiles. Simplemente reemplazar una fuente de energía contaminante por otra dejaría que los crecientes peligros del cambio climático pasen a un término de importancia poco relevante.

En este sentido, dada la presión de la actual crisis de Ucrania este tema sería comprensible. Los gobiernos occidentales deben cerrar la brecha energética creada al detener las importaciones rusas de combustibles fósiles, al tiempo que minimizan el daño a las economías nacionales. Por ahora, tienen al público con ellos, pero si los costos de la energía aumentan demasiado, o llegara a existir una crisis de escases, los estragos económicos resultantes podrían erosionar el apoyo público. Por lo tanto, cualquier fuente de energía alternativa debe entrar en funcionamiento rápidamente y proporcionar suministros asequibles y confiables. Y no deben crear nuevos enredos geopolíticos que puedan causar problemas más adelante.

En la reciente conferencia anual de energía CERAWeek en Houston, Texas, los directores ejecutivos de las más importantes empresas petroleras se apresuraron a proponer impulsar la producción de petróleo y gas y eliminar los límites de producción, flexibilizar las regulaciones y revertir las políticas destinadas a reducir las emisiones de dióxido de carbono. Dada la situación que prevalece en Europa, Varios analistas y economistas del sector energético ven con buenos ojos dicha propuesta.

Derivado de lo anterior y con el cambio climático convirtiéndose rápidamente en uno de los principales impulsores de la inseguridad en todo el mundo, duplicar el consumo de combustibles fósiles sería un error trágico, una elección que podría hacer del mundo un lugar más violento en las próximas décadas. El Informe sobre la Brecha de Producción de 2021 destacó la desconexión entre los planes actuales de producción de combustibles fósiles y las promesas climáticas. Bajo las políticas actuales, el calentamiento global está en camino de alcanzar un peligroso incremento de 2.7° C este siglo. Es necesario llevar a cabo acciones para impulsar un nuevo orden energético, y no agregar más capacidad a la generación energía a través de fuentes fósiles.

El cambio climático ya está haciendo que el mundo sea más peligroso y menos estable. El último informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), ofreció una evaluación cruda de los enormes costos económicos y humanos de los primeros efectos del cambio climático que estamos experimentando ahora. Pinta una imagen de un futuro que debemos evitar.

En nuestro mundo globalizado las repercusiones de los impactos climáticos locales pueden propagarse rápidamente a través de un declive en la cadena de suministro, conflictos indirectos y migraciones masivas. Y, como ha demostrado la invasión rusa de Ucrania, el orden basado en reglas es alarmantemente frágil, dejando a la gente común enfrentar las terribles consecuencias. La lógica apunta en una sola dirección. El mundo logrará una verdadera seguridad energética, y tendrá la oportunidad de construir un futuro más pacífico, habitable y asequible, solo si dejamos atrás los combustibles fósiles.

Twitter: @pacotrevinoa