Francisco Treviño Aguirre

Nuestro país cuenta actualmente con 127 millones de habitantes, y se espera que para el año 2050, la población en México sea cercana a 150 millones. Como consecuencia de este crecimiento demográfico, será necesario impulsar la productividad y el crecimiento económico, por lo tanto, la demanda de energía aumentará de manera significativa.

El balance energético está dominado por el petróleo y el gas, y el petróleo representa casi la mitad del total. México tiene un sector eléctrico de rápido crecimiento, con un aumento de la demanda en promedio de 1.6 por ciento anual desde 2000. El gas natural es la principal fuente de generación de electricidad, una gran parte importada de los Estados Unidos y que se beneficia de los bajos precios del gas norteamericano.

Si bien la generación de energía a través de fuentes renovables se había estado incrementando hasta el 2020, gracias a los recursos existentes en nuestro país para impulsar este sector, las políticas establecidas por el gobierno federal, donde se pretende impulsar la generación de energía eléctrica a través de fuentes mas contaminantes y caras, han desalentado la inversión de privados en la industria de la energía renovable, tanto para inversionistas nacionales como extranjeros.

De acuerdo con el documento Balance Nacional de Energía 2019, emitido por la SENER en 2020, se indica que en nuestro país la producción de energía primaria es principalmente a través de petróleo crudo, con un 60 por ciento del total, le sigue la generación con gas con un 23 por ciento y tan solo el 10.5 es a través de fuentes renovables y con menor porcentaje la generada con carbón y la energía nuclear con un 4.3 y 2.4 por ciento respectivamente.

La industria energética que se hallaba en un periodo de transición donde la reforma en este sector permitía conta con mas participantes en el mercado, principalmente de generadores de energía a través de fuentes renovables, se encuentra ahora en un estado de inestabilidad política y regulatoria, derivado de las iniciativas que el ejecutivo ha presentado al poder legislativo para, según él, fortalecer la independencia energética del país.  

Por lo anterior, no es posible concebir un crecimiento económico e impulsar el desarrollo sostenible de un país si no se cuenta con los recursos energéticos necesarios. Dada la importancia del sector como elemento transversal en todos los sectores, es necesario contar con un suministro oportuno, constante, diversificado y accesible de electricidad y combustible a precios adecuados para para preservar la competitividad. Uno ejemplo palpable es lo sucedido durante febrero de este año, donde factores climatológicos impidieron el suministro de gas en la región norte de México, afectando de manera directa a sectores industriales, comerciales y domésticos.

Hoy por hoy, es necesario desarrollar políticas y proyectos que puedan garantizar el suministro de energéticos a precios competitivos, donde juegan un papel muy importante le diversificación, sustentabilidad y la responsabilidad social, aprovechando los avances tecnológicos con los que se cuenta actualmente. Nuestro país pasa por un momento donde es necesario retomar el camino hace el uso de energías limpias. Es imperante acelerar esta transición para ampliar la matriz energética e impulsar una economía donde prevalezcan las bajas emisiones de carbono y que permitan minimizar las desigualdades para fomentar un crecimiento sostenible a largo plazo, y así crear condiciones que permitan combatir el cambio climático..

  

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