Francisco Treviño Aguirre

De acuerdo a los expertos en temas de energía, el Gobierno Federal ha decidido impulsar a la Comisión Federal de Electricidad y suprimir la generación de energía renovable, de ahí que el motivo principal detrás de las recientes maniobras de regulación energética de México es la necesidad de Pemex de deshacerse del combustible pesado que extrae en el País. Es claro el impulso que el Ejecutivo Federal tiene para favorecer a Pemex y CFE, empresas productivas del Estado que requieren prácticamente una renovación completa para intentar salir del pozo en el que se encuentran.

El sector energético en su conjunto necesita un replanteamiento y nuevas políticas públicas, pero el Presidente actúa basándose en sus prejuicios e ideología y no toma en cuenta al sector privado al elaborar las acciones de política energética. En ese escenario, la industria eólica y solar de México está principalmente preocupada si pueden continuar desarrollando proyectos. Esto se debe en gran parte a la decisión del operador de la red eléctrica CENACE, quien a partir de la primera semana de mayo, decidió suspender las pruebas en nuevas conexiones de proyectos solares y eólicos, evitando efectivamente que se ponga en funcionamiento una nueva capacidad, con el pretexto de la seguridad energética durante la crisis de COVID-19. Tan solo en Coahuila, se han detenido inversiones por más de 2 mil 600 millones de dólares en el sector de energías renovables.

La Comisión Federal de Competencia Económica (COFECE) ha determinado una posición donde no favorece esta postura del CENACE, para lo cual se espera una ola de demandas millonarias de empresas del sector. Adicionalmente, El 12 de mayo se da otro golpe a la generación de energía renovable, cuando la Secretaria de Energía emitió una solicitud urgente a la agencia de control regulatorio Conamer para su publicación en el Diario Oficial de la Federación, para refinar y codificar aún más la política del Cenace, lo cual provocó la salida del titular de la Conamer bajo un velo de incertidumbre y muchas dudas al respecto. Dicha solicitud por parte de Rocio Nahle, Secretaria de Energía en el País, permitiría suspender los nuevos permisos solares y eólicos ya las energías renovables proporcionan energía de manera intermitente, mientras que el suministro debe ser constante durante la crisis de salud.

De acuerdo a la Secretaria de Energía, “Esta política contribuirá a la confiabilidad, seguridad, continuidad y calidad del sistema eléctrico nacional (SEN), teniendo en cuenta la evolución productiva y tecnológica, así como el aumento ordenado de la generación con energía limpia intermitente conectada y no conectada a la red”. Hoy por hoy el Gobierno Federal ha dado muestras de ser un gobierno autoritario, cuyo objetivo en temas de energía, no es compatible con el desarrollo del sector a nivel internacional. Es realmente preocupante ver como se toman decisiones unilaterales sin considerar las consecuencias a futuro. Estas malas acciones serán una lápida con las que el actual Ejecutivo federal tendrá que cargar no solo durante su administración, sino que trascenderán como acciones que restringen el desarrollo de México en base a decisiones caprichosas y sin fundamento real.

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