Salvador Hernández Vélez

“Los libros son los pilares de la libertad de los pueblos”.

Domingo Faustino Sarmiento

Hace unos días participé dando la bienvenida a la Feria Internacional del Libro Coahuila en su edición correspondiente a este 2022. Fue una gran fiesta. La inauguración estuvo a cargo del gobernador del estado de Coahuila, Miguel Ángel Riquelme Solís. En esta ocasión recibimos como invitados especiales a creadores de la región de Centroamérica (Guatemala, El Salvador, Costa Rica, Nicaragua); al estado de Guanajuato, con quien nos hermana una intensa colaboración en materia cultural, y como institución pública estuvo Radio Educación, que es un referente nacional en este rubro. Consideramos de gran importancia que el eje temático de esta feria hubiese
sido el “Medio ambiente y desarrollo sustentable”.

Lo que nos congregó a instituciones de gobierno, universidades, autores, creadores, editores, impresores, críticos y amantes de la lectura. Es el libro, sin duda, una de las creaciones más sobresalientes del ser humano y uno de los representantes más claros y aún más importantes de la cultura. En el caso de la Universidad Autónoma de Coahuila (UAdeC), anfitriona de la Feria, es importante recordar que las tareas sustantivas, de la misma, son: la cultura, la docencia y la investigación.

Desde su aparición, el libro posee una historia fascinante pues, así como existieron esfuerzos por reproducirlo y resguardarlo, también los hubo para su aniquilación. Tenemos el caso de la Biblioteca de Alejandría que fue quemada en medio de conflictos religiosos y de poder. Este maravilloso invento, el libro, con más de cinco mil años de vida, ha transitado de la arcilla de barro al rollo de papiro de junco, del pergamino al papel y en nuestros tiempos a lo digital. Los libros son una excelente herramienta para experimentar otras vidas.

Los libros también son fundamentales para conservar y transmitir la cultura, la ciencia, la historia, la filosofía, la diversión; en suma, el conocimiento humano múltiple y diverso. En un mundo actual globalizado, amenazado por la fragmentación, la polarización y la posverdad, es urgente buscar coincidencias, encontrar lo que nos une, lo común, lo que construye y reconstruye, y eventos conjuntos, cooperativos, como la FILC 2022, son muestra de que es posible trabajar de manera conjunta para impulsar la cohesión de las diferentes partes de nuestra sociedad.

Las ferias del libro se erigen como un eslabón fundamental en la tarea de fomentar la circulación de la rica producción editorial de estados, regiones y países. La UAdeC, así, refrenda su compromiso con la cultura y su extensión a la sociedad a través de la colaboración interinstitucional. Esta Feria Internacional del Libro Coahuila (FILC) fue muy exitosa, y la Máxima Casa de Estudios de los coahuilenses ha sido anfitriona desde el año 2012, ya por una década, de 24 años de organizarse la FILC.

En esta edición de la FILC tuve la oportunidad de presentar tres libros editados por la UAdeC. “El proceso de construcción social del conocimiento científico”, de mi autoría; “El Mesón de San Antonio” de Alfonso Vázquez Sotelo y “Lonxe da terra: Gerardo Moscoso Caamaño”, compilado por Arcelia Ayup. En mi texto, expliqué en la presentación, lo que me motivó a repensar la problemática de la enseñanza de la matemática fue la pregunta que me hicieron los estudiantes en el primer curso de matemáticas que impartí: “Profesor, ¿y para qué sirven las matemáticas?”. A partir de ello concluí que tenía que saber sobre historia de las matemáticas, psicología y didáctica de las matemáticas, también del proceso de construcción social del conocimiento matemático, así como la cuestión epistemológica y, sobre todo, profundizar mi conocimiento matemático porque para enseñar no bastaba con lo aprendido en las clases de matemáticas que cursé en mi carrera de ingeniero industrial. Me convencí de que era falso que podía enseñar tal asignatura sólo porque llevé cursos de matemáticas en mi carrera. En general, los que impartimos clases en educación superior, no fuimos formados para ser profesores, en mi caso fui formado para ser ingeniero. Por eso en mi texto dejo en claro que hoy, después de la pandemia y los procesos de digitalización, de lo que se trata es de abrir una conversación sobre la problemática de la enseñanza de la educación superior.

Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.