Salvador Hernández Vélez

La semana pasada tuve la oportunidad de participar en el “II Workshop-Coloquio Industria 4.0, Perspectiva Universitaria”, que organizó la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL). El rector de la UANL, Rogelio Garza Rivera fungió como moderador en el panel. 

Tomamos parte en el mismo, el rector de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, Manuel Fermín Villar Rubio; el rector del Tecnológico de Monterrey, David Garza Salazar, y el que esto escribe. Coincidimos en que todas las instituciones de educación superior trabajamos por el gran objetivo de promover el crecimiento profesional y desarrollar el capital humano e intelectual de nuestros estudiantes, necesario para impulsar a México, dentro de 
esta cuarta revolución industrial.

Coincidimos que es un gran reto el que tenemos las universidades, el de poder hacer los cambios tecnológicos que exige la Industria 4.0, esto es, digitalizar los procesos industriales por medio de la conexión entre los equipos en las líneas de producción y la utilización de la inteligencia artificial para transformar los datos obtenidos de todos los equipos en información de valor para la organización. Aquí la gran preocupación es cómo implementar todas estas cuestiones. Creo que hay un obstáculo de origen: nos es difícil, a los directivos y a los profesores en general, reconocer que nuestros estudiantes ya están inmersos en el mundo digital, entonces ¿cómo es que nosotros los queremos introducir en ese mundo? Ellos ya digitalizan muchos procesos con una gran facilidad.

La pregunta es ¿cómo los que estamos decidiendo, que no estamos tan inmersos en el mundo digital como ya lo están los jóvenes, les vamos a ayudar? Primero, sin duda, reconocer que la digitalización de los procesos de producción y administrativos ya son una realidad y “los viejos” estamos obligados a entender que ya no estamos en el mundo del uso de la electrónica y la informática para promover la producción automatizada, mucho menos en el mundo de la producción en masa a partir del concepto de división de tareas y del uso de energía eléctrica. Esto ya cambió.

También les participé una anécdota que me platicó un amigo empresario. Me dijo que en su empresa ellos hacen carreteras y requieren de motoniveladoras. Que habían adquirido tres nuevas. Al tratar de capacitar a los operadores más experimentados, el instructor no lo logró. Ya que las motoniveladoras modernas cuentan con controles de primera clase, sistemas hidráulicos y electrónicos avanzados, con monitoreo dentro de la cabina, lo que permite una óptima productividad. Por lo que le solicitó que si quería ayudar a los operarios adultos le pidiera a cada uno un nieto que estuviera entrenado en aparatos y en videojuegos. Los jóvenes pudieron ser entrenados muy rápido.

Expuse pues que los jóvenes ya están en el mundo digital y eso es bueno para las universidades, si lo reconocemos, por ello hay que sensibilizar y concientizar a los formadores que los estudiantes ya tienen una gran habilidad sobre los medios digitales, por ello pueden concretar más rápidamente lo de la Industria 4.0, este es el punto de partida.

En esta etapa del conocimiento los universitarios debemos de salir de nuestras rutinas, romper con nuestra forma de pensar que limita ver la realidad de otra manera, para visualizarla libremente, no con el método tradicional que nos lleva a una extrapolación mecánica de lo conocido. Hoy al final de la segunda década del Siglo 21 nos encontramos frente a la necesidad de romper con las inercias docentes y de investigación. El mundo avanza aceleradamente hacia lo desconocido. El conocimiento se produce vertiginosamente. 

Lo digital nos invade, ya se instaló en nuestra realidad y los adultos nos quejamos de ello, en vez de plantearnos cómo aprovecharlo para hacer un mundo mejor.

El desarrollo tecnológico digital nos desafía a romper los moldes y las recetas con las que hemos transitado en este mundo. Nos resistimos a desechar nuestras propias certezas y dogmas, y le tenemos pavor a la incertidumbre y al desorden del mundo digitalizado. Nos cuesta trabajo reconocer que los jóvenes posmillennials, que nacieron con el internet casi integrado, el mundo digital es su vida. Ya no tenemos que convencerlos que se integren a la Industria 4.0. Reconozco que quienes me han enseñado a manejar el celular y la computadora son los jóvenes, ningún adulto me ha enseñado.

 

@SalvadorHV
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