Salvador Hernández Vélezs

En junio de este año asistí a la reunión de la Conferencia Regional de Educación Superior de América Latina y el Caribe (CRES 2018), en Córdoba, Argentina. El encuentro de las Universidades latinoamericanas se llevó a cabo en el marco del Centenario de la Autonomía de la Universidad Nacional de Córdoba. De las discusiones que aquí se dieron, queda en claro que hay que debatir qué reforma universitaria demandan hoy las Universidades de esta parte del mundo. En México las propuestas del nuevo Gobierno Federal que tomará posesión el próximo 1 de diciembre exigen también revisar el desarrollo de nuestras instituciones de educación superior.

Aunque el libro “Misión de la Universidad” lo escribió José Ortega y Gasset en el año de 1930, podemos decir que en la segunda década del Siglo 21 aún sus aportaciones, reflexiones y críticas siguen vigentes. Sin duda, en casi 90 años los cambios cualitativos y cuantitativos de las universidades públicas han sido muy significativos. El debate actual nos debe servir para precisar con claridad cuál es el lugar que le corresponde a la Universidad en la educación en general. La pregunta fundamental que debe responder la Universidad en esta época de crecimiento acelerado del conocimiento, de la dominación del espacio por la tecnología y las redes sociales, y de la globalización es: ¿a qué debe aspirar? Santiago Fortuño Llorens en la introducción del libro de Ortega y Gasset en Ediciones Cátedra (Grupo Anaya, S.A.) 2015, responde con la siguiente disyuntiva: si ha de ser primordialmente lugar de transmisión y crítica de conocimientos, de preparación para el mercado laboral o ensamblaje de ambos.

En el pequeño texto el autor plantea que la Universidad no sólo debe dar títulos, sino formar personas competentes. Y no dejar su misión incumplida. Ortega daba un paso más y consideraba que los estudiantes debían participar en la dirección del orden interno de la Universidad, que debían considerarla su casa y no la del profesor, y dejaba abierto el tema de que la clase obrera accediera a la universidad pues la pedagogía para Ortega tenía un fundamento político.

Para Ortega respecto al papel de la cultura en la Universidad, no es que tengamos una discusión apasionada sobre el contenido de la cultura, sino que la pregunta misma sobre ella está ausente. Hay como un hueco. La universidad parece haber cometido el lapsus freudiano de haber olvidado la cultura. Sostiene que los principios de las Instituciones de educación superior están vigentes: docencia, investigación y difusión de la cultura. Pero que ahora la Universidad debe estar subordinada a un gran proyecto de regeneración cultural. Cultura es el sistema de ideas vivas que cada tiempo posee y el hombre que no vive a la altura de su tiempo vive por debajo de lo que sería su auténtica vida, es decir, falsifica o estafa su propia vida, la desvive. La cultura es el plano de la vida, la guía de caminos por la selva de la existencia.

E insiste Ortega que la cultura es lo que salva del naufragio vital, lo que permite al hombre vivir sin que su vida sea tragedia sin sentido. No podemos vivir humanamente sin ideas, de ellas depende lo que hagamos. Así el viejísimo libro de la India: “Nuestros actos siguen a nuestros pensamientos como la rueda del carro sigue a la pezuña del buey”.

El planteamiento fundamental de Ortega y Gasset se basa en que es ineludible crear de nuevo en la Universidad la enseñanza de la cultura o sistema de las ideas vivas que el tiempo posee. Para ello sostiene que de los tres principios de las Universidades, hoy, hay que privilegiar la enseñanza de la cultura. Y por tanto deben estar en el siguiente orden las tres funciones: Primero: transmisión de la cultura. Segundo: enseñanza de las profesiones, y tercero: investigación científica y educación de nuevos hombres de ciencia.

De lo que se trata, dice el autor, es hacer del hombre medio, ante todo, un hombre culto. Por tanto la función primaria y central de la Universidad debe ser la enseñanza de las grandes disciplinas culturales: 1) Imagen física del mundo (Física); 2) Los temas fundamentales de la vida orgánica (Biología); 3) El proceso histórico de la especie humana (Historia); 4) La estructura y funcionamiento de la vida social, y 5) El plano del universo (Filosofía). Queda para el debate actual, si esta debe ser la misión de la Universidad hoy.

@SalvadorHV

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