Salvador Hernández Vélez

Hace unos años en el Teatro Martínez de Torreón, Coahuila, asistí a una conferencia-cátedra del escritor Fernando Vallejo, un gran activista en la defensa de los derechos de los animales, acérrimo crítico de la iglesia católica, de la falsa moral, la física y los formalismos. En esa ocasión nos increpó, con un estilo duro y frontal, que no sabíamos qué Newton (1643–1727) no escribió su fórmula  de la ley de la gravitación universal en Principia y nos cuestionó en qué libro el físico la había escrito. Está en la obra: Óptica. La ley de la gravitación universal es una de las aportaciones fundamentales de Newton, además del cálculo infinitesimal, que también desarrolló Leibnitz por otro camino.

La física newtoniana es la ciencia del movimiento de los objetos cotidianos. Por eso Newton para que el conocimiento físico se constituyera en ciencia, tuvo que inventar el cálculo diferencial, porque la matemática (el álgebra, la geometría, la trigonometría y la geometría analítica) que se había desarrollado hasta esa época, principalmente servía para interpretar el mundo que no se movía y que veían con sus ojos. En cambio el cálculo diferencial es la matemática del movimiento. 

Newton se formó en un entorno en el que la ciencia había adquirido su carta de naturalización. Copérnico y Kepler, y, en particular Galileo, enfrentaron un mundo donde la ciencia forcejeaba por su supervivencia. Al físico y matemático inglés el mundo le fue propicio. Era un individuo curiosamente receloso. Es de los pocos que dimitió a la Royal Society, tan solo porque no quería reunirse con sus miembros ya que a veces discrepaban con él y le contradecían, lo cual le incomodaba. Sin embargo fue presidente de la Royal por espacio de 25 años.

Newton vivió pues, un mundo diferente. Curiosamente nació el mismo año que murió Galileo1642. Pero, científicamente estaban mucho más cercanos de lo que podía parecer. La obra principal de Newton viene directamente de Galileo. Se montó en hombros de gigantes para su desarrollo científico. Primero se establecieron las leyes del movimiento de los cuerpos. Ahora bien, Newton era uno de estos hombres extremadamente notables de los que se puede decir que solo aparece uno cada dos o tres siglos. Esta cualidad fue evidente desde un principio.

Newton trabajaba casi solo. Su gran trabajo lo hizo en unas vacaciones forzosas en 1665, la peste se abatía sobre Londres. Tuvo que regresar al lugar en donde había nacido, a Woolsthorpe, en Lincolnshire. Fue hijo póstumo de un pequeño granjero, pero con parientes acomodados. Estuvo en Cambridge en una posición muy marginal, en donde se hizo amigo del doctor Barrow, profesor de matemáticas de aquella universidad, aunque era un buen matemático, no estaba muy interesado en la física.

En este período de principios del siglo XVII las matemáticas tomaron la forma que tienen ahora. Existían ya la expresión simbólica, el uso de letras, el principio de un cálculo diferencial, el desarrollo de series matemáticas y una gran cantidad de ideas fundamentales de geometría que fueron introducidas por Descartes, como la geometría analítica. Pero, sobre todo para objetivos prácticos, se habían introducido los logaritmos. Por lo tanto, fue algo parecido a la introducción de un ordenador, pudiendo hacer fácil y rápidamente todo lo relacionado con los cálculos astronómicos.

Newton chocó con su propia concepción religiosa, con su propia visión del mundo. El trabajo de Newton da origen a la filosofía mecanicista. Una serie de situaciones en el desarrollo histórico, nos muestran que el origen y constitución de una nueva ciencia siempre ha restaurado de una u otra forma, la filosofía existente. Un ejemplo de ello es que la física, el segundo continente de la ciencia, dio origen a los cambios que condujeron a la filosofía de Galileo a Descartes, luego a la de Kant hasta Newton; también la constitución del cálculo infinitesimal motivó la reforma filosófica de Leibnitz.

La ciencia y la filosofía, porque no decirlo, no han sido creación de una única época histórica o de un individuo; han sido el resultado, el producto de una serie de épocas y del trabajo de muchas generaciones. En el caso de la matemática, sus primeras ideas y proposiciones se remontan a la más temprana antigüedad y han sido ordenadas, estructuradas, en un sistema coherente hace más de dos mil años.

@SalvadorHV

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