Salvador Hernández Vélez

Ubicándonos en el desarrollo histórico de la ciencia, lo primero que vamos a intentar precisar es dónde se genera por primera vez el conocimiento científico, que la humanidad conoce en la actualidad. La pregunta  es, ¿cuál es el primer continente del conocimiento que se constituye en ciencia? El primer continente científico lo fue la matemática. Se impulsó para lograr la satisfacción de sus necesidades. El hombre después de haber sido nómada, pasa a ser sedentario y de esa condición tiene necesidad de habitar aquellos lugares que le permitan cultivar la tierra para hacerse de sus alimentos  para sobrevivir. Así encontramos que habitarían principalmente lugares a las orillas de los ríos.

Un ejemplo lo hallamos en la cultura de la región de la antigua Mesopotamia, que se extiende entre los ríos Tigris y Éufrates, o más concretamente lo que hoy es la República de Irak. En esa región a fines del Siglo XIX los arqueólogos comenzaron a excavar en los terrenos sedimentados sobre una antigua ciudad de Mesopotamia. Las excavaciones han revelado, entre otras muchas evidencias, de las espléndidas civilizaciones antiguas, cientos y cientos de tablillas de arcilla con signos de escritura en sus caras.

Hoy disponemos de unas 480 tablillas y fragmentos de otros con textos matemáticos. La escritura que contienen ha sido llamada cuneiforme (forma de cuña) porque los signos están compuestos por trazos simples semejantes a cuñas. La mayor parte de las tablillas datan de un par de siglos alrededor de 1700 a.c.; los demás pertenecen a los tres últimos siglos anteriores a nuestra era. Con los textos de las tablillas disponibles no es posible determinar en su justa dimensión las matemáticas babilónicas. Existen, sin embargo, algunas tablillas muy antiguas que muestran el Sistema numérico babilónico en sus primeros pasos, y es posible apreciar en textos más recientes una preferencia por ejemplos numéricos más elaborados. Tal parece que la creación de las matemáticas babilónicas fue obra de corto tiempo, pero que a ese breve período de veloz crecimiento sucedió una larga etapa de estancamiento.

A continuación daremos una breve descripción del contenido de las matemáticas babilónicas: En cuanto al álgebra, sabían resolver ecuaciones de primero y segundo grado. Y algunas ecuaciones de tercer grado. Entre los conocimientos geométricos de los babilonios resalta en primer lugar, el llamado Teorema de Pitágoras, que utilizaban libremente; el descubrimiento de este teorema tuvo lugar por lo tanto, unos 1500 años antes del nacimiento de Pitágoras. Poseían además, fórmulas correctas para el cálculo de áreas de figuras geométricas, sencillas tales como triángulos y trapecios, pero sus fórmulas para calcular el área del círculo y la longitud de una circunferencia fueron deficientes, porque sus aproximaciones al valor de pi fueron insuficientes. Y para el cálculo del volumen de algunos sólidos tenían varias fórmulas, aunque algunas de ellas son incorrectas. Finalmente, mencionaremos que conocían los números pitagóricos, lo cual muestra el alto nivel académico alcanzado por los babilonios.

Es oportuno, ahora echar una mirada al estado del conocimiento matemático en la otra gran cultura contemporánea, la egipcia. Se conservan dos papiros matemáticos, el Papiro Rhind y el Papiro Moscow, que nos brindan una idea del carácter y el contenido de las matemáticas egipcias. Resulta una sorpresa desagradable saber que, contra todas las leyendas, las matemáticas egipcias nunca consiguieron alcanzar sino un nivel elementalísimo. Si leemos correctamente los textos comprobamos que los egipcios poseían casi los mismos conocimientos geométricos que los babilonios, pero con una gran excepción: el teorema de Pitágoras. Ni siquiera para la creencia tan común y tan frecuentemente repetida de que los egipcios conocían el triángulo rectángulo de lado 3, 4 y 5 hay fundamento alguno con los textos disponibles. Fuera de la geometría, los egipcios no fueron capaces de ir más allá de una aritmética elemental.

Tan deficiente desarrollo, fue causado sin duda alguna, por el desafortunado concepto de “fracción” que imperaba entre los egipcios. No nos sorprende que las sumas y multiplicaciones, simples trivialidades para los babilonios, constituyeran problemas de gran complejidad para los egipcios. Así empezó la matemática.

@SalvadorHV

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