Janny Barrera

Estamos dando inicio a un ciclo escolar completamente diferente, no esperábamos que fuera a ser así, teníamos la esperanza de que en estos meses todos y todas pudiéramos regresar a “la normalidad”, pero eso cada vez se mira más lejos; la verdad es que tenemos que aprender a vivir dentro de “la nueva normalidad”, con los cuidados establecidos por un sistema que dice que cuida de nosotros y que por eso debemos seguir las reglas de resguardarnos en casa y salir lo menos posible o de lo contrario seremos los únicos culpables de nuestra propia catástrofe; obviamente esta es una realidad que no aplica para todos, ya que desgraciadamente tenemos un mundo desigual, con extremos gigantescos de pobreza y riqueza, pero que sin duda tendremos que encontrar la manera de salir adelante en esta situación que está marcando nuestras vidas, pero sobre todo la vida de las nuevas generaciones.

Las madres y padres de familia tienen una responsabilidad mayor al ser los responsables de que la educación pueda llegar a casa, para lo que es necesario tener servicios tecnológicos que antes no eran vitales; por lo que este nuevo sistema requiere de un mayor esfuerzo en todos los sentidos. Lo que me hace ruido es la forma en la que los adultos están asumiendo este gran reto, ya que los medios se están encargando de bombardearnos con el tema de los muertos por covid-19 y de las personas que no sobreviven a esta pandemia mundial, impactando de manera negativa en las relaciones humanas, sobre todo en los más pequeños que en casos extremos están viviendo atemorizados de tener contacto físico hasta con las personas de su propio entorno y aprendiendo a vivir lejos del contacto social y con el riesgo de deshumanizarse por completo.

Es preocupante el rumbo que están tomando nuestras vidas, esta nueva modalidad de vivir con miedo a recibir expresiones de afecto y sin contacto físico, nos puede traer repercusiones negativas en el desarrollo social e insisto sobre todo en los pequeños del hogar que son el futuro del mundo. Las medidas para este regreso a clases a las aulas de manera física se deben de replantear tomando en cuenta las grandes necesidades que existen entre la población y ver la manera de que los que no cuentan con la tecnología que se requiere, regresen a las aulas con las medidas necesarias, sobre todo los de kínder, primaria y secundaria, que necesitan de un adulto para poder avanzar, es una exigencia y una necesidad que las instituciones educativas no pasen por alto, ya que de no hacerlo estamos condenando a los pequeños a que no aprendan lo suficiente y desgastando en vano el uso de recursos que no garantizan llegar a todos los rincones del país. Abrazo fraterno.