Arcelia Ayup Silveti

Estoy convencida que el ser humano tiene la capacidad de reinventarse permanentemente. Cada día es posible. 

No somos los mismos que fuimos de niños, ni los de hace dos décadas, incluso, ni los de ayer.

Puedes observarte en cualquier vieja fotografía y preguntarte qué elementos que percibes permanecen hoy.

Soy una mujer sumamente dispersa e inquieta. Me cuesta mucho trabajo mantener la atención en un tema específico. 

Me he ejercitado físicamente gran parte de mi vida justo como una manera de gastar energía y lograr concentración en mis actividades y proyectos. 

Empecé a practicar yoga en 2008 en un gimnasio local. Confieso que estaba escéptica porque era lo diametralmente opuesto a lo que había hecho antes.  Sin embargo, noté muchos cambios positivos, entre ellos, la relajación.

Al terminar una práctica de yoga, que consiste en realizar una serie de posturas corporales o asanas, se toman unos minutos de relajación. 

Ésta última es un estado de reposo, cuyo fin es restablecer el equilibrio cuerpo-mente. 

El instructor de yoga te guía para quitarle tensión a los músculos y órganos que se trabajaron. En dicho proceso, se busca además, bajar el ritmo de la respiración y reducir el nivel de actividad mental. Durante la relajación te mantienes desconectado de ti mismo y de tu entorno, estás consciente del trabajo físico, mental e incluso espiritual que se logra en cada sesión. 

Es común apoyarse con soportes tales como visualizaciones, música, sonidos y/o palabras para guiarte y procurar que no te disperses. 

Es posible que el yoga y la relajación te ayuden a concentrarte más en tus actividades. Se puede empezar con pocos minutos y aumentar el tiempo a tu propio ritmo. Esta técnica me llevó a otra igual de interesante que me ha ayudado a enfocarme y descubrir un método de análisis interior, un sistema de desarrollo mental: la meditación. 

Mi intención inicial era referirme a los beneficios de meditar, pero el preámbulo era imperantemente necesario. 

Hay gran diferencia entre ambas prácticas. Continuaré con el tema de la meditación en la siguiente entrega.