Iván Garza García

Por fin, después de 17 jornadas, dará inició la llamada fiesta grande del futbol mexicano. En los primeros encuentros de liguilla, los aficionados al balompié nacional podremos disfrutar del “clásico joven” entre los “Azulcremas” del América  y el equipo favorito de Thanos (por aquello de que cuando logra obtener las gemas del infinito, pierde la última batalla); me refiero,  por supuesto,  a los “Cementeros” del Cruz Azul. Por otro lado, si Mhoni Vidente no hace una predicción distinta, todo indica que otro clásico, pero ahora regiomontano, habrá de disputarse en la instancia de semifinales; el partido de marras podría significar la revancha de los Tigres frente a la “Pandilla rayada” o – por el contrario – un clavo más en el ataúd del malhumorado Ferretti. En un torneo para el olvido, los de casa recetaron una quintilla de goles a los alicaídos Pumas de Bruno Marioni. El último cotejo celebrado en el TSM, sirvió de marco para un importante anuncio. Tras doce años de exitosa labor, Alejandro Irarragorri deja la presidencia del Club Santos Laguna en manos de un joven abogado coahuilense, quien – según se dice – ha mostrado buenas hechuras en cada uno de los cargos que ha desempeñado al interior de la organización santista. Dante Elizalde llega a sustituir a un hombre que será recordado como uno de los principales promotores del deporte y quien, en su momento, tuvo en sus manos la permanencia de los “Guerreros” en tierras torreonenses.

Mientras la liguilla se cocinaba, Coahuila recibía la  visita del Presidente Andrés Manuel López Obrador. Parece simple, pero el hecho de que el mandatario haya pisado este pedazo de patria en tres ocasiones en lo que va de su administración,  es digno de comentarse. De continuar la tendencia como hasta ahora, la entidad podría ser escenario de unas 25 actividades similares en los próximos años. Al respecto, seguramente los malquerientes cuestionarán: “¿ Y para que sirve que venga al estado el Presidente?” Como siempre, una pregunta así solo sirve para dividir opiniones. Aún corría el año 2018 cuando el tabasqueño hizo acá su primera gira presidencial. En aquella ocasión, fue presentado (sin pena ni gloria) un plan estratégico para la Región Laguna. Meses más tarde, en “visita de doctor”, el principal inquilino de Palacio Nacional llegó hasta las instalaciones del 69 Batallón de Infantería en Saltillo, para conmemorar el Día del Ejercito y, tan pronto concluyó el evento, abordó un vehículo con rumbo a la Sultana del Norte.

Pese lo  antes relatado, en esta oportunidad otro gallo nos cantó. Reza Mateo 20:21 “Dad al César lo que es del César…” En efecto, habrá que reconocerlo; por primera vez (al menos en la historia reciente) un Jefe del Estado Mexicano realiza una gira de tres días consecutivos por estos lares. Durante su estancia, López Obrador hizo importantes compromisos, como los relativos al rescate de las industrias acerera y del carbón, así como la conclusión de los hospitales del IMSS e ISSSTE que actualmente se construyen en los municipios de Acuña y Piedras Negras. Nada se dijo sobre los requerimientos de la industria automotriz, cuyas ventas en el país registran la peor cifra en los últimos cuatro años, hilando ya tres meses a la baja, pero esa es otra historia.

El que enseñó largo colmillo político y buen brazo izquierdo fue el Gobernador Miguel Ángel Riquelme, quien no solo aguantó estoico  la recurrente práctica de abucheos que se enderezan en contra de las autoridades no emanadas del partido de moda, sino que logró que el Presidente lo reconociera como uno de los mandatarios estatales que más ha apoyado sus gestiones. Sin duda, Riquelme ha puesto el dedo en la llaga respecto a los proyectos y acciones del Gobierno federal que no considera benéficos para Coahuila, pero también ha sabido tender la mano para colaborar en forma coordinada, manteniéndose al margen de conflictos intestinos que en nada abonan a la estabilidad y el desarrollo.

El pasado fin de semana no solo nos trajo futbol y visitas; nuestro país también registro marchas que bien podrían considerarse como históricas. En la Ciudad de México y – al menos – en 13 localidades más, miles de personas salieron a las calles para exigir la renuncia de AMLO. La referida manifestación fue minimizada e, incluso, ironizada por algunos miembros distinguidos de la 4T, como Javier Jiménez Espriú, a mayores señas Secretario de Comunicaciones y Transportes. Atentos habremos de estar, pues esto apenas comienza.

Entre que son peras o manzanas, la CONAGO publicó un desplegado en el que – entre otros aspectos – hace un llamado con el fin de articular un pacto nacional para la concordia y dice: “Urge reconciliar a México. Propondremos firmar un acuerdo con el Ejecutivo Federal que elimine la crispación y termine con la polarización…”.  Aquí en confianza, me parece que – para ese propósito - ya nos estamos tardando. Ahí se los dejo para la reflexión.