Iván Garza García                                                                                           

Entre el mar de información que inunda la escena mundial respecto al mal de moda, hay un dato que enciende las alarmas por su actualidad y trascendencia. Por terrible que parezca, es un hecho acreditado científicamente; en nuestro país pudieron evitarse al menos 190 mil muertes durante la gestión de la pandemia por coronavirus en el 2020. A esta lapidaria conclusión se arribó en el informe denominado “La respuesta de México al COVID -19. Un caso en estudio”, elaborado por el Institute of Global Health Sciencies de la Universidad de California, a encargo de la Organización Mundial de la Salud.

Más grave aún, los decesos señalados en el referido reporte no solo son los provocados por el virus que ha azotado inmisericorde a la humanidad, sino también los causados por otras enfermedades a las que no se les dio la atención adecuada en la emergencia sanitaria, debido – por un lado – a la saturación del sistema de salud y – por el otro – a la escases de medicamentos e insumos. Como si lo anterior fuera poco, la escalofriante cifra no toma en cuenta el pico de muertes registrado en los primeros meses del presente año, por lo que los resultados del estudio podrían ser aun más severos.

El comprometedor reporte de la institución educativa con sede en San Francisco, señala a detalle los yerros que los especialistas observaron en el manejo de la pandemia, entre los que destacan el cuestionable liderazgo del gobierno, la subordinación política y la falta de toma de decisiones en momentos críticos, sumado todo ello – por supuesto – a la problemática que vienen arrastrando las instituciones públicas en materia de salud. Los expertos advierten la ausencia de entendimiento entre el gobierno federal y algunos gobiernos locales, lo que se agrava por líneas partidistas y polarización política. “A medida que las circunstancias se deterioraron, hubo una propensión a encubrir errores de política y participar en chivos expiatorios, contribuyendo al ruido en la comunicación”, puede leerse en el documento de marras.

Para los especialistas consultados por la OMS, México plantó cara a la pandemia con un sistema “fragmentado y debilitado”, además de ser uno de los países que destinó menos recursos para apoyar la economía e invertir en salud. Reza el informe en otra de sus partes: “La actual administración inició una reestructuración desordenada y mal planificada del Sistema Nacional de Salud, luego de que se aprobaran reformas para desmantelar el Seguro Popular y recentralizar los servicios y recursos de salud”.

Frente al aterrador contexto, surge la pregunta: ¿Es cierto cuando se dice que México es el peor país para vivir la pandemia? La respuesta la tiene usted, amable y única lectora; pero para darle una ayudadita, aquí le dejo algunos breves datos.

A finales del mes pasado, la Secretaria de Salud admitió que la cantidad real de muertos por COVID-19 es 60 por ciento más alta que la cifra oficial dada a conocer por las propias autoridades mexicanas. Dicho de otra forma, si a la fecha se han contabilizado 210 mil decesos, en realidad podríamos estar hablando de 336 mil muertes relacionadas con el coronavirus. Insisto, la información fue dada a conocer por el mismísimo Gobierno de la República. Ahora bien, aún considerando el numero oficial de muertes (que no el real), México se colocó como el país con mayor letalidad por el virus, al registrar un promedio de 8.6 fallecimientos por cada 100 contagiados; esto de acuerdo con un análisis de la Universidad Johns Hopkins. Y como si las rayas del tigre no fueran las suficientes, esta bendita tierra del águila y la serpiente continúa en la última posición entre las naciones evaluadas por el Ranking de resiliencia al coronavirus, elaborado por la agencia Bloomberg, gracias al cual se mide la calidad de vida en los países frente a la pandemia.

Aquí en confianza (y con esta prometo que cierro), mientras que en otras latitudes se ofrece la vacuna a cualquier persona por tratarse de un derecho universal, en México se debate si los médicos privados deben o no recibir el antígeno contra el COVID en estos momentos; lo anterior, bajo la postura presidencial que se reduce a la frase: “que ellos nos esperen a que nos toque a todos”. Por ejemplos como el anterior, los expertos de la Universidad de California concluyen su análisis al afirmar que “si México se hubiera desempeñado como el país promedio, alrededor de 190 mil muertes habrían sido evitadas …” Por favor, que alguien me explique.