Enrique Escamilla Cantú

Hola empresario. Hoy te quiero platicar acerca de la independencia que debe haber entre la familia que tiene un negocio y el negocio en sí. La pregunta que viene a la mente y que muchos me hacen es: ¿TENGO que trabajar en el negocio de papá? Vamos a analizar este tema a continuación.

¿Cuál es el papel que juega el hijo del dueño de la empresa familiar? Este tema es importante porque en muchas ocasiones de esa decisión depende lo que pasará en el futuro de la vida del sucesor. Lo que es verdaderamente necesario entender sobre esto es qué papel juega el hijo y todos los miembros de la familia en el negocio. Si esto no está claro, empiezan los problemas.

Por naturaleza se piensa en la sucesión. Posiblemente no hay un orgullo más grande para un padre empresario que el hecho de que un hijo tome las riendas del negocio y continúe su legado. Sin embargo esto suena mucho más sencillo de lo que es en realidad.

Sucede para todos los hijos de empresarios. Esa etapa entre los 18 y los 25 años en que se tiene la duda, la incertidumbre de si se debe participar o no en la empresa familiar. Esto puede estar o no motivado por el padre, o la familia. Como lo hemos comentado en otros interesantes materiales que puedes encontrar en mis redes sociales (domiina group), aquí hay un grado de incertidumbre que hay que atacar antes de que las cosas se salgan de control.

El sucesor (posible) ha visto desde su infancia a su padre trabajar muy duro por su familia. Cuando existe una buena posición económica en la familia, digamos clase media hacia arriba, existe una vinculación muy profunda entre los resultados del negocio y el estilo de vida familiar, por lo que el hijo está acostumbrado a vivir del negocio.

Cuando no hay una separación clara entre el estilo de vida familiar y el resultado de la empresa de la familia, se crea una dependencia. Dicho de manera simple, la familia depende del negocio. El problema radica entonces en la segunda generación, porque cuando el negocio mantiene a una familia puede no haber mucho problema, pero la segunda generación pueden ser 2, 3 o 4 familias con sus respectivos hijos y esto se vuelve insostenible.

Entonces viene el tema de la esperanza. Los sucesores del negocio tienen la esperanza por una parte de disfrutar los dividendos del negocio familiar, pero por otra parte saben que esos dividendos son insostenibles al ser divididos. Ante esto, lo que te quiero explicar es que la probabilidad de que la segunda generación tenga el mismo estilo de vida de la primera generación de empresarios familiares, es ridículamente baja si la segunda generación no toma acción a tiempo.

Este tipo de situaciones se dan porque la segunda generación está perdida en una incertidumbre provocada por los padres. Derivando en una situación tóxica donde incluso se está esperando la muerte de la primera generación con tal de asumir "el trono", como si fuera la serie de Game of Thrones.

Para poder resolver esto hay que atender la situación desde el tema de responsabilidad personal.  Si juegas en el nivel de energía correcto, con la visión correcta, con el plan correcto y con una planeación financiera personal adecuada, te puedo asegurar que la transición de la incertidumbre a la certeza será mucho más fácil.

Imagina la situación de Gary V. (búscalo en google o revisa mis videos en Facebook) un gran empresario que le dedicó 10 años de su vida a la empresa familiar, y de manera impresionante al final queda fuera del negocio, porque el papá le dejó el negocio al hermano de Gary. No importando que gracias al esfuerzo de 10 años de trabajo de Gary, el negocio pasara de vender 3 millones de dólares a 60 millones de dólares. Gary jugaba a la dependencia, y al no estar 100% bajo su control, le costó 10 años de su vida. Es por este tipo de ejemplos que la recomendación es trazar tu camino. No quiere decir abandonar la empresa familiar y salir corriendo, sino ser responsable de cada decisión que pase en tu vida, sea dentro del negocio familiar o fuera de él.

Déjame tu comentario, me interesa saber tu opinión.

¡Animo empresario!